Estas declaraciones las realizó De Guindos a periodistas que cubren las reuniones de ministros de Finanzas del G20, las cuales comenzaron el viernes y concluyen este sábado en la ciudad china de Shanghai.
Madrid. El ministro español en funciones de Economía, Luis de Guindos, negó hoy que exista inquietud en el Grupo de los 20 (G20) por la situación política española, sino más bien por la situación y las distintas posibilidades de formar un nuevo gobierno.
Estas declaraciones las realizó De Guindos a periodistas que cubren las reuniones de ministros de Finanzas del G20, las cuales comenzaron el viernes y concluyen este sábado en la ciudad china de Shanghai.
El ministro en funciones español destacó que "España es un ejemplo desde el punto de vista de las reformas económicas, y que el G20 sabe perfectamente que la economía española está en una situación mucho mejor que hace cuatro años".
De Guindos explicó "las diferentes alternativas que existen con la actual composición del Congreso", al señalar que existen dos posibilidades aritméticas para la formación de un nuevo gobierno.
Por un lado, la gran coalición entre el gobernante Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y, por otra, la de una serie de partidos más pequeños junto a Podemos.
De Guindos explicó que la gran coalición es para ellos la mejor opción, mientras que el partido opositor Podemos "evidentemente genera ciertos temores en el contexto internacional".
El ministro español señaló desde Shanghai que "todos están de acuerdo" que la gran coalición es sin duda "lo mejor desde el punto de vista de la percepción de España y de la continuación del esfuerzo que se ha hecho en los últimos años para conseguir que España salga definitivamente de la crisis".
"Siempre hay una salida que no es la ideal para España, que es la repetición de las elecciones generales", concluyó.
El pasado 2 de febrero el rey Felipe VI de España propuso al líder del PSOE la formación de un gobierno, luego que las elecciones legislativas del pasado 20 de diciembre dejaron un parlamento fragmentado y sin mayorías entre los partidos políticos.
