Reunidos hasta la madrugada de este lunes, los ministros indicaron que el próximo tramo de la ayuda de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional se pagaría a mediados de julio, lo que permitiría a Atenas evitar una moratoria.
Luxemburgo. Los ministros de Finanzas de la zona euro mantenían este lunes una intensa presión sobre Grecia, diciendo que el país debe aprobar medidas de austeridad más duras antes de que se tome una decisión final sobre un préstamo adicional de 12.000 millones de euros (US$17.000M)
Reunidos hasta la madrugada de este lunes, los ministros indicaron que el próximo tramo de la ayuda de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional se pagaría a mediados de julio, lo que permitiría a Atenas evitar una moratoria.
Pero aclararon que esto dependía de que Grecia mostrara primero avances concretos en sus planes para recortar el gasto, subir impuestos y generar otras fuentes de ingresos.
"Estamos esperando una decisión del Parlamento griego. Estamos apelando no solo al Gobierno, sino también a la oposición griega, para que apoye el plan", dijo el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, antes del segundo día de reuniones en Luxemburgo.
"Estamos incrementando la presión porque hay precedentes", declaró, refiriéndose al hecho de que Grecia no cumplió sus compromisos en el pasado y falsificó estadísticas. "Queremos estar seguros de que todo el mundo va a apoyar el plan", agregó.
En Atenas, manifestantes contrarios a las medidas de austeridad se concentraron en la plaza central frente al Parlamento, pero no hubo enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Trabajadores del sector eléctrico comenzaron una huelga, y se preveían apagones en algunas zonas del país a lo largo del día.
En el Parlamento, los legisladores están debatiendo los impopulares planes de recortes de gasto, mayores alzas de impuestos y privatización de activos estatales, medidas ya acordadas con la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo para devolver el orden a las finanzas.
El domingo, el primer ministro George Papandreou pidió a los griegos que apoyaran las medidas de austeridad y evitaran una "catastrófica" cesación de pagos, apelando a la nación a aceptar las impopulares subidas de impuestos, recortes de gastos y planes de privatización.
"Las consecuencias de una violenta bancarrota o la salida del euro serían inmediatamente catastróficas para los hogares, los bancos y la credibilidad del país", declaró Papandreou al inicio de un debate de confianza en su nuevo gabinete de crisis.
Inspectores de la UE y del FMI realizarán una visita más a Atenas esta semana -tras completar una inspección hace pocos días- para reunirse con el nuevo ministro de Finanzas y examinar algunas de las medidas, dijeron responsables del Gobierno griego.
Los ministros de la zona euro parecían decididos a enviar un mensaje de amor con condiciones a Atenas, que aceptó un programa de 110.000 millones de euros con la UE en mayo del año pasado, y se prevé que pronto reciba un segundo paquete del mismo valor o más.
El quinto tramo del primer programa -el pago de los 12.000 millones de euros- vence en julio. Sin él, Atenas ha advertido que podría incumplir sus obligaciones de deuda, algo que podría causar estragos en los mercados mundiales y amenazar a otros bonos soberanos y bancos europeos.
"La propia Grecia debe crear las condiciones para que el próximo tramo pueda pagarse según lo acordado. Eso vence en julio. Es responsabilidad de Grecia que tengamos dificultades ahora", dijo el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, sobre el pago del próximo tramo.
Aunque parece previsible que Atenas acabará recibiendo el próximo tramo y también se acordará un préstamo de emergencia adicional de unos 120.000 millones de euros hasta finales de 2014, la realidad es que la medida le compra tiempo a Grecia, dado que la posibilidad de una reestructuración de la deuda en el largo plazo o incluso una moratoria parcial no ha desaparecido.
El euro se debilitaba ligeramente contra el dólar el lunes y el costo de asegurar la deuda griega e italiana contra la cesación de pagos subió, reflejando las preocupaciones sobre un potencial contagio a otros países de la periferia de la zona euro.
La agencia Moody's dijo el viernes que podría rebajar la calificación crediticia "Aa2" de Italia en los próximos 90 días dadas las preocupaciones de que la crisis de Grecia pudiera hacer descarrilar la tibia recuperación de Italia.