Las divisas de la región han protagonizado una imparable carrera alcista desde que empezó el año.

México DF. Las monedas de América Latina harían una pausa en su tendencia alcista del último tiempo esta semana, dependiendo de la tolerancia de las autoridades financieras locales a una mayor apreciación y atentas a la evolución de la crisis de deuda en la zona euro.

Las divisas de la región han protagonizado una imparable carrera alcista desde que empezó el año, que recibió un inesperado impulso adicional de la decisión de la Reserva Federal estadounidense de conservar las tasas de interés en rangos cercanos a cero hasta fines del 2014.

Ubicadas ya cerca de sus máximos previstos para el mediano plazo, monedas como el peso mexicano o el real brasileño enfrentan la posibilidad de extender aún más sus ganancias o consolidarse en sus niveles actuales.

"El mercado tiene que tener ciertos balances y uno de estos balances es reconocer la información que está en el mercado (...) Empieza un mes de riesgos altos en Europa", dijo Mario Copca, analista de CI Casa de Bolsa en México DF.

El humor de los mercados dependerá de la definición del proceso de reestructuración de la deuda griega y de las nuevas colocaciones de deuda de países como Italia.

Tras acumular 10 sesiones sucesivas de ganancias, el peso mexicano podría hacer una pausa para que los inversores tomen utilidades. De confirmarse este escenario, la moneda operaría entre 12,90 y 13,30 unidades por dólar.

En el caso del real brasileño , la apreciación podría continuar si el escenario externo continúa estable y, principalmente, con la entrada de recursos al país por concepto de captaciones externas.

Según el director de la correduría Ativa, Alvaro Bandeira, el Gobierno podría reaccionar interviniendo en el mercado para contener el fortalecimiento del real solo si la cotización supera los 1,70 reales por dólar.

"Mientras esté en 1,74 reales, 1,75 reales, creo que el Gobierno sólo va a observar", afirmó.

Bancos centrales frenan avance

En Colombia, se espera que el peso pueda sostenerse por debajo de las 1.800 unidades por dólar.

"Ya se rompió una vez (la barrera de los 1.800 pesos), la siguiente fase sería ubicarse más cerca de 1.790 unidades por dólar", dijo Daniel Velandia, gerente de Inversiones Económicas de la correduría Correval en Bogotá.

El peso chileno intentaría mantener su fortaleza, tratando de romper por completo el promedio móvil de 200 días, que se ubica en torno a las 485 unidades, siempre de la mano del avance del precio del cobre, la principal exportación del país.

"Si el peso respeta los 485, podría rebotar hasta los 496. Pero si las noticias externas siguen siendo positivas, el peso caminará hacia los 480 como si nada y allí encontrará un nuevo soporte", dijo Andrea Lombardi, operadora de EuroAmerica en Santiago.

En Perú, el nuevo sol operaría en un rango estrecho de 2,689 a 2,690 por dólar, debido a que el banco central local "está decidido a intervenir para garantizar la estabilidad de la moneda y evitar fluctuaciones importantes", dijo José Rázuri, analista de la consultora Maximixe en Lima.

La intervención oficial también será el principal factor de estabilidad para el peso argentino, debido a la política permanente de control del tipo de cambio del Banco Central.

"Con este contexto, resulta improbable ver en los próximos días una divisa operando en el mercado de los grandes 'players' fuera del rango de los 4,335 a 4,34 (pesos) por dólar", dijo un informe de la sociedad financiera Puente.

El peso argentino en la plaza interbancaria, donde la autoridad monetaria interviene, opera en 4,335/4,3375 unidades por dólar, mientras que en la plaza informal lo hace a 4,83/4,84 unidades por dólar.