El temor a que España pueda necesitar un rescate y las dudas sobre la fortaleza de la recuperación de Estados Unidos, un socio comercial clave para gran parte de los países de la región, marcarán el tono de la semana.
Santiago. La mayoría de las monedas de América Latina operarían con tendencia débil esta semana, atrapadas en la incertidumbre de una economía global que amenaza con desacelerarse bajo el peso de la crisis europea y las menores tasas de crecimiento en China y Estados Unidos.
El temor a que España pueda necesitar un rescate y las dudas sobre la fortaleza de la recuperación de Estados Unidos, un socio comercial clave para gran parte de los países de la región, marcarán el tono de las monedas latinoamericanas, tras una semana en la que la que muchas de ellas acumularon pérdidas.
Los inversores tendrán más claridad sobre el verdadero estado de la economía estadounidense al final de la semana, cuando el gobierno publique su primera estimación sobre el crecimiento del PIB durante el segundo trimestre. Según un sondeo de Reuters se espera una tasa anual del 1,5%, menor a la expansión del 1,9% vista en el primero.
Este dato será clave para determinar la trayectoria de muchas de las monedas de la región, pero especialmente la del peso mexicano, dados los estrechos lazos comerciales y económicos del país con su vecino.
"Si se confirma la desaceleración de Estados Unidos, el peso mexicano podría verse debilitado, hacia niveles de 13,40/13,45 unidades por dólar. La situación en España, donde la prima de riesgo ha subido muy fuerte, hace ruido y también podría pegarle al peso", dijo Benito Berber, analista cambiario de Nomura Securities.
El peso cerró el viernes en 13,3650 unidades, con una baja del 1,08 por ciento y en la semana acumuló una pérdida del 0,47 por ciento.
Sin embargo, esta tendencia de debilidad del grueso de las monedas podría resultar temporal, debido a que los fundamentos de las economías latinoamericanas, que incluyen tasas de interés superiores al 4% en muchas de ellas, apoyan el ingreso de capitales a la región.
"Esta semana podría producirse un rebote técnico del dólar (frente a las monedas de la región), ya que muchas están cerca de soportes técnicos, pero la tendencia de fondo es hacia la apreciación, porque los mercados apuestan a los diferenciales de tasas", dijo Sergio Tricio, jefe del Departamento de Estudios de Forex Chile en Santiago.
Una historia aparte es el real brasileño, que se ha venido depreciando por la debilidad de la economía del país y por la expectativa de nuevas bajas en la tasa de interés.
El real brasileño cerró el viernes con una baja del 0,47% a 2,0233 unidades por dólar, aunque el Banco Central ha logrado reducir su volatilidad a punta de intervenciones.
Sería justamente el temor a más intervenciones lo que haría que esta semana el real opere dentro de rangos estrechos. "El real se ha debilitado por las expectativas de bajas de tasas, pero creemos que no lo hará mucho más, que ha tocado un piso difícil de superar en torno a las 2,08 unidades", sostuvo Tricio.
Las nuevas preocupaciones por la crisis europea también afectarían al peso chileno esta semana y lo harían retroceder desde los máximos de dos meses que tocó el jueves pasado.
"Debido al recrudecimiento de la crisis por el tema de España, la tendencia será hacia un alza del dólar durante la próxima semana, con niveles que irían desde los 487 a los 492,00 pesos, de no mediar alguna noticia que devuelva la tranquilidad a los mercados", dijo un operador en Santiago, donde el peso cerró en 489,30 pesos para la venta el viernes.
Los mercados cambiarios también tendrán un ojo puesto en la economía de China, el principal comprador de las materias primas que exporta la región.
Después de conocerse que el Producto Interno Bruto de China creció en el segundo trimestre a su ritmo más lento en tres años, el índice del banco HSBC sobre la actividad en el sector manufacturero del país arrojaría esta semana nuevas luces sobre uno de los motores de la economía.
Con esto en mente, el Banco Central de Colombia celebrará el viernes su reunión de política monetaria, donde Berber de Nomura apuesta por una baja en la tasa y proyecta que esto pueda golpear al peso colombiano y llevarlo más cerca de las 1.800 unidades por dólar.
"El peso ha sido muy resistente a depreciarse por el flujo de dólares, pero esta semana veo una tendencia de debilidad por las expectativas de una baja en la tasa", dijo Berber.
En Buenos Aires, el mercado cambiario continuará mostrando una marcada disparidad de precios entre la cotización oficial y la paralela como consecuencia de leves, pero persistentes, compras de divisas en el mercado informal a modo de coberturas por la inflación.
Mientras, en Perú, el sol entraría en una etapa de mayor estabilidad tras cerrar el viernes con su mayor baja en casi dos meses.
"En adelante, posiblemente el tipo de cambio registre un comportamiento más estable, ante (...) el efecto marginal de la demanda estacional de soles en julio", dijo el analista Mario Guerrero, del banco Scotiabank en Lima.
En el camino de las monedas latinoamericanas se cruza también un cambio incipiente en el panorama de inflación, producto de la actual alza en los precios internacionales de los alimentos y del petróleo.
"La fuerte caída en las expectativas de inflación dio margen a los bancos centrales para bajar tasas, ahora ese margen se está revirtiendo por el alza del petróleo y los granos", dijo Tricio, señalando que el menor espacio para reducir las tasas podría favorecer a las monedas de la región.
Un sondeo de Reuters mostró que los economistas creen que América Latina es vulnerable a la actual ralentización global, especialmente por la enorme dependencia a China. Esto haría que muchos bancos centrales de la región dejen estables las tasas en lo que resta de este año