Las monedas de la región retornarán esta semana a la tendencia alcista, después de que la semana pasada experimentaran volatilidad, apoyadas en el escenario de una fuerte recuperación económica regional.
Bogotá. Las monedas de América Latina retornarán esta semana a la tendencia alcista, después de que la semana pasada experimentaran volatilidad, apoyadas en el escenario de una fuerte recuperación económica regional que ha afianzado la confianza y disminuido la aversión al riesgo.
En medio de la cautela de gobiernos y bancos centrales por entrar en una corriente de intervención para contener la fortaleza de las monedas, los mercados estarán atentos a las cifras de Estados Unidos, especialmente el desempeño del Producto Interno Bruto en el segundo trimestre que se conocerá este viernes.
"Uno esperaría que por los resultados económicos vistos, las monedas se aprecien", dijo el director de investigaciones económicas de la correduría Interbolsa, José Fernando Restrepo.
"Se empieza a confirmar la nueva norma (...) de que los países emergentes empiezan a tener retornos superiores a los desarrollados. El panorama del mundo empieza a cambiar", explicó.
Analistas mencionaron que tanto el dólar como el euro terminaron debilitados la semana anterior, recordando a inversionistas que la recuperación es aún débil en Estados Unidos, mientras que en Europa persisten los temores sobre la deuda soberana.
Y, en contraste, las economías de América Latina siguen ofreciendo señales de buena salud, con expansiones del PIB superiores al promedio de las estimaciones, tasas de inflación bajo control y altos precios de las materias primas, como resultado de la aplicación de políticas sanas luego de la década perdida de 1980.
Más confianza, menos riesgo. El gerente general del Banco Central de Colombia, José Darío Uribe, recordó este viernes que la tendencia a la caída del dólar es generalizada y que, en el caso de su país, el nivel de riesgo medido por el indicador EMBI de JPMorgan, ha descendido 26%.
La moneda más referenciada de la región, el real de Brasil, terminó la semana pasada con una ligera pérdida de un 0,17% a 1,760 unidades, lo que redujo la fortaleza que ha visto a lo largo del 2010 de casi 1%.
El peso mexicano también cayó al cierre de la semana anterior un 0,33%, presionado por temores de una desaceleración económica global en medio de perspectivas de tasas de interés bajas en la zona euro por más tiempo del esperado y malos datos de Estados Unidos.
Especialistas dijeron que esta semana el reto de la moneda mexicana es mantenerse por debajo de las 12,80 unidades por dólar, dependiendo de los datos que se publiquen en Estados Unidos.
En tanto, el peso argentino cerró estable por la regulación de liquidez impuesta desde el Banco Central, que este viernes habría intervenido comprando unos US$20 millones en el mercado.
"El 'driver' del mercado va a seguir siendo el comportamiento de los mercados a nivel internacional, y estamos en un punto en el que vemos confianza en la región y por eso las monedas no han tenido una reacción negativa", dijo el analista Francisco Chaves de Corredores Asociados.
"No vamos a tener una volatilidad muy grande", pronosticó.
Los analistas coincidieron en que nada hace pensar que los bancos centrales entrarán a intervenir, entre otras cosas debido a que no desean aumentar la oferta monetaria hasta un punto que complique la exitosa lucha contra la inflación.
Análisis detallado. Este viernes, contrario a lo esperado por el mercado, el Banco Central de Colombia prefirió analizar detalladamente las consecuencias que tendría una intervención en el mercado cambiario, en medio de las alarmas que han encendido los exportadores sobre la fortaleza del peso.
El alza del peso colombiano supera el 10% en lo que va de 2010, el mayor avance entre las monedas de la región.
Una buena parte de la recuperación de las economías de América Latina se debe a los cruciales impulsos provenientes de la política fiscal, en parte financiada con ahorro externo, que a su vez, ha fortalecido las apreciaciones cambiarias.
En Colombia, el Gobierno prefiere intervenir rebajando los costos que reducen la competitividad a las empresas, como los elevados aranceles o los precios de la energía, antes que tomar medidas cambiarias que puedan hacer retroceder los logros en materia de inflación.
"Tendría que pasar un evento externo muy grande y muy grave para que haya un cambio de tendencia de las monedas de América Latina en lo que queda del año", concluyó Chaves.