Pese a que el clima económico está lejos de ser óptimo, las menores posibilidades de una crisis sistémica en la zona euro restaurarían el apetito de los inversores por incrementar su exposición.
México DF. Las monedas de América Latina se fortalecerían esta semana gracias a una mayor confianza en la recuperación global, tras despejarse la incertidumbre sobre la salud de los grandes bancos europeos, aunque a la expectativa de numerosos datos de Estados Unidos.
Pese a que el clima económico aún está lejos de ser óptimo, las menores posibilidades de una crisis sistémica en la zona euro restaurarían el apetito de los inversores por incrementar su exposición a las monedas de mayor riesgo.
Las cifras de la economía y las empresas de Estados Unidos llenarán la agenda y darán la pauta para la negociación de las principales monedas de la región.
"Han salido datos (de Estados Unidos) un poco bajos, pero estamos en una consolidación después de un muy buen 'rally', tienes altas y tienes bajas, mientras la tendencia no se revierta todo debería estar bien", dijo Ramsés Villela, jefe de cambios de Bulltick Capital Markets en la ciudad de México.
Entre los principales datos que publicará la mayor economía del mundo están las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre y la venta de casas nuevas de junio.
El peso mexicano operaría en un rango base de 12,70 a 12,90 por dólar, con mayores posibilidades de quebrar su piso y ampliar sus ganancias hasta por debajo de 12,60 por billete verde en función de las cifras económicas de Estados Unidos.
En Brasil, la posible mejora del flujo de dólares y el inicio de una tendencia de desvalorización de la divisa estadounidense, con una consecuente alza de las materias primas, pueden hacer posible el aumento de la exposición al real.
"El real operará bien mientras la aversión al riesgo empieza a retroceder. Sin embargo, se espera que el área de 1.74/1.75 brinde algo de soporte al dólar, con la mayoría de inversores prefiriendo venderlo en niveles altos de 1.78/1.79", estimó Francisco Diez, director de operaciones de mercados emergentes de RBC Capital Markets en Nueva York.
Colombia, bajo presión. Pese a estar inscrito entre las monedas favoritas de la región, el peso colombiano no podría librarse del ruido político generado desde la semana pasada por la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela, lo que podría afectar su desempeño.
Venezuela anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Colombia luego de que este país acusó a las autoridades venezolanas de tolerar la presencia de guerrilleros izquierdistas en su territorio.
"Se espera que el peso colombiano tenga un desempeño por debajo del promedio dada la situación con Venezuela. Un persistente cruce de pesos colombianos por chilenos en días recientes retendrá a la moneda colombiana de poder nivelarse con el resto de la región", agregó Diez.
En Chile, la moneda volvería a operar condicionada por el devenir de los mercados y los datos económicos globales, tras romper al alza el nivel de 520 pesos por dólar, una meta que se esperaba lograr recién a fines de año.
"Después que rompió ese nivel, hubo un rebote de precios (...) pero creo que debería moverse lateralmente entre los 517 y los 525 pesos (por dólar)", dijo un operador de cambios en Santiago.
Del otro lado de los Andes, el peso argentino seguirá siendo sostenido por las constantes compras de dólares del banco central que busca acumular reservas y asegurar la competitividad de las exportaciones del país.
El peso interbancario cerró estable el viernes a 3,93/3,9325 por dólar, y en las transacciones marginales la moneda permaneció en la zona de las 4,0125/4,0175 unidades.