El estímulo monetario en las economías más desarrolladas debería apuntalar el atractivo de las divisas de mercados emergentes, de alto rendimiento, amortiguando su declive.
Las monedas de América Latina se debilitarán lentamente en los próximos meses mientras los bancos centrales globales intentan impulsar la inflación manteniendo sus tasas de interés bajas, reveló el jueves un sondeo de Reuters.
La encuesta resalta cómo las políticas monetarias de los países más ricos, que se esfuerzan por reactivar el crecimiento económico, se convirtieron en una bendición para los mercados emergentes, que han disfrutado del apetito de los inversores pese a la incertidumbre antes de las elecciones presidenciales.
El estímulo monetario en las economías más desarrolladas debería apuntalar el atractivo de las divisas de mercados emergentes, de alto rendimiento, amortiguando su declive.
"La historia fundamental positiva alrededor de las monedas de mercados emergentes sigue vigente", escribieron en un informe estrategas de Societe Generale. Los mercados "continuarán floreciendo siempre que el ajuste de la política siga lento y predecible".
El martes, dos funcionarios de la Reserva Federal estadounidense advirtieron que no se deberían aplicar nuevas alzas de tasas de interés en Estados Unidos hasta estar seguros de que repuntará la inflación. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) varias veces tranquilizó a los inversores al decir que solo reduciría gradualmente su estímulo ya que la inflación sigue bastante debajo de las metas.
El peso mexicano operaría a 18,15 por dólar en 12 meses, de acuerdo con la mediana de 20 pronósticos, algo más débil que en la encuesta del mes pasado.
El ligero cambio en el panorama tiene lugar incluso después de que el peso tuviera un comportamiento inferior al de otras monedas regionales en agosto, mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazaba con cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), reactivando los temores sobre el proteccionismo de su país.
La ventaja en las encuestas del exalcalde de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, antes de las elecciones presidenciales del 2018, también ha limitado el impulso de los inversores.
Su victoria podría marcar un cambio hacia políticas de izquierda en la segunda mayor economía latinoamericana, donde los tecnócratas centristas han tenido influencia por décadas.
Por otra parte, 11 de 16 pronosticadores dijeron que el real brasileño tiene más probabilidades de mostrar un comportamiento mejor que sus estimaciones, en lugar de sorprender a la baja.
La encuesta reveló que el real se debilitaría a 3,1950 por dólar en tres meses, 3,25 en seis meses y 3,35 en un año, casi en línea con el sondeo anterior.
Esas predicciones ilustran la fuerte confianza de los inversores en la moneda pese a la creciente percepción de que el presidente brasileño Michel Temer, que enfrenta niveles mínimos de imagen popular y un escándalo de corrupción, no logrará aplicar por completo sus planes de austeridad.
Mario Mesquita, economista jefe del mayor banco brasileño, Itaú Unibanco, dijo a Reuters esta semana que el Gobierno debe anunciar nuevos recortes de gastos para satisfacer incluso una meta fiscal para este año que ya fue relajada.
Pero esto difícilmente desate un desplome de los mercados, agregó, ya que los operadores apuestan cada vez más a que algún candidato amigable con el sector financiero ganará las elecciones presidenciales del 2018, manteniendo la agenda de reformas de Temer.
En los otros países de la región, el sondeo pronosticó un debilitamiento del peso chileno a 655,67 por dólar en un año, un nivel de 3.031 pesos colombianos por dólar dentro de 12 meses, una cotización del peso argentino a 18,25 y el sol peruano a 3,30 en el mismo plazo.