En Brasil, algunos operadores creen que el real podría volver a apreciarse en anticipo a una impugnación definitiva de la presidenta Dilma Rousseff a fin de mes.

Buenos Aires. Las monedas latinoamericanas volverían a mostrar esta semana la creciente divergencia entre el vapuleado peso mexicano y el real de Brasil, ante unos datos del empleo de Estados Unidos que difícilmente alteren las perspectivas para las tasas de interés de la Reserva Federal.

* "Hay preocupaciones de que los fundamentos (de México) no están tan fuertes y de que la inflación continuará subiendo", dijo la consultora 4Cast. "Vemos al peso mexicano aún operando en el rango de 18,75 a 19,25 por dólar esta semana antes de los datos de nóminas no agrícolas" de Estados Unidos.

* El viernes se conocerán las cifras del empleo de julio y los analistas encuestados por Reuters anticipan una creación de 175.000 posiciones. Tal número dejaría estables las perspectivas de una probabilidad relativamente baja de un aumento leve en la tasa de la Fed a fin de año.

* En Brasil, algunos operadores creen que el real podría volver a apreciarse en anticipo a una impugnación definitiva de la presidenta Dilma Rousseff a fin de mes. "No veo imposible que el dólar vuelva a buscar niveles próximos a 3 reales", dijo el director de cambio de Banco Paulista, Tarcísio Rodrigues.

* En Colombia, Juan Felipe Pinzón, analista de la correduría Profesionales de Bolsa, dijo que el peso podría operar débil entre 3.112 y 3.132 por dólar, en línea con el petróleo, dado el continuo aumento del número de torres de perforación en Estados Unidos y el creciente nivel de suministros de crudo.

* En Chile, un operador dijo que el peso se negociaría entre 650 y 660 por dólar, aunque con algo de volatilidad. En Argentina, el peso flotaría con leves oscilaciones en torno a las 15 unidades por dólar bajo el control del Banco Central para evitar cambios bruscos.