Alfredo Coutiño, director de la entidad para la región, afirmó que "la escasez de granos, algunos alimentos y productos primarios ocasionada por el poder destructivo de ´el niño´ generaría presiones en sus precios internos".

La llegada del fenómeno conocido como "el niño" en algunas partes del mundo, no es un hecho menor, ya que lo hace susceptible de convertirse en un detonador de inflación hacia mediados del año.

En este sentido, Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics para América Latina afirma que "países de la costa del Pacífico y alrededor de la línea ecuatorial podrían verse afectados por sequías o inundaciones con consecuencias para las cosechas agrícolas y la pesca". Sin embargo, “el niño” podría tener el potencial de aliviar el riesgo de deflación en algunas regiones del planeta, enfatiza el economista.

Más de la mitad de los modelos de pronósticos del clima están anticipando la presencia de “el niño” en los meses de junio a agosto. Esto como resultado del inusual calentamiento que se está observando en la superficie de las aguas del Este del Océano Pacífico.

Este calentamiento de la temperatura podría tener el potencial de generar perturbaciones atmosféricas en el Pacífico tropical con efectos importantes sobre la región. "A pesar de que la magnitud de la fuerza devastadora de este “niño” todavía no se conoce, es seguro que afectará a varias regiones en su producción agrícola, pesquera, minera y en actividades desarrolladas a lo largo de las costas", dice el experto.

Las regiones más afectadas serían el sureste asiático, Australia, Centro América y en menor medida algunos países sudamericanos.

La escasez de granos, algunos alimentos y productos primarios ocasionada por el poder destructivo de “el niño” generaría presiones en sus precios internos, afectaría la oferta mundial y con ello a la inflación global.

Ante esto, no sería una sorpresa ver un nuevo repunte en el precio de las materias primas hacia mediados del año. A pesar de que sus efectos sobre la inflación serían de naturaleza transitoria, ya que serían producto de un choque de oferta, “el niño” podría ser una bendición para Europa ya que podría espantarle al fantasma de la deflación.