Desde inicios de 2011, la economía perdió aceleración de manera significativa, mayormente como resultado de una injustificada restricción monetaria implementada bajo el argumento de que la economía estaba sobrecalentándose.
Pese a que la economía global continúa en una fase de riesgo con pronósticos pocos alentadores para América Latina, hay países que están tomando medidas no del todo ortodoxas para la situación.
De acuerdo con un informe de Moody’s Analytics, para AméricaEconomía.com las autoridades brasileñas continúan moviendo las condiciones monetarias hacia territorio expansivo para garantizar que la economía funcione sin el freno monetario.
En octubre, la tasa Selic se redujo por séptima vez consecutiva a 7,25%. Dicho recorte de 25 puntos base fue menor a los anteriores de 75 y 50 puntos base. La tasa se ha reducido 525 puntos con respecto a su máximo de 12,50% registrado en julio de 2011.
Desde inicios de 2011, la economía perdió aceleración de manera significativa, mayormente como
resultado de una injustificada restricción monetaria implementada bajo el argumento de que la
economía estaba sobrecalentándose.
Las altas tasas de interés desaceleraron el consumo y la inversión, erosionaron la competitividad de la moneda y metieron a la industria en todo un año de recesión. "Las fracturas estructurales que ya tenía la economía, causadas por la falta de reformas, se agravaron con la desaceleración económica", indica Alfredo Coutiño, director de la entidad para la región.
Sin embargo, durante la segunda mitad de 2011, el banco central revirtió súbitamente el ciclo de restricción, reconociendo implícitamente el error de política cometido.
En este sentido, desde agosto de 2011, las autoridades monetarias han reducido la tasa de interés Selic, situándola por debajo del nivel neutral y llevando las condiciones monetarias a terreno expansivo. Con una tasa potencial de crecimiento reducida (de sólo 3,5%) y una inflación esperada de 4,5%, la tasa nominal neutral se ubica en alrededor de 8%.
Sin embargo, la economía ha estado mostrando señales de recuperación desde junio, cuando la industria empezó a reportar avances. El crecimiento anual de la actividad económica superó 2% en julio, después de registrar menos de 1% durante la primera mitad del año y probablemente llegará a 3% para el tercer trimestre, señala Coutiño.
Según explica el economista, las autoridades brasileñas deberán evitar estimular en exceso la economía y empezar a reducir el estímulo cuando la economía alcance su crecimiento potencial de entre 3,5% y 4%. De lo contrario, la prolongación de una expansión inducida por políticas expansivas puede resultar en considerables desequilibrios macroeconómicos.
La única manera de crecer a tasas altas, equilibradas y sostenibles es a través del fortalecimiento de las fuentes fundamentales del crecimiento (ahorro e inversión, productividad y cambio tecnológico), lo cual se puede lograr con la profundizacón de los cambios estructurales.