La 'peste contagiosa' del éxodo de los inversionistas pareciera no tener visos de 'pandemia'. Sólo se trataría de un 'foco infeccioso', tal como pondera Alfredo Coutiño, director para América Latina en Moody’s Analytics, en su último análisis.
Tasas de interés que se elevan y las monedas de las economías emergentes se resienten, ¿por qué? Todo porque en bandada algunos inversionistas comienzan a retirarse para minimizar los aumentos de tasas de interés del mundo desarrollado. Sin embargo, la peste contagiosa del éxodo de los inversionistas pareciera no tener visos de pandemia. Sólo se trataría de un foco infeccioso, tal como pondera Alfredo Coutiño, director para América Latina en Moody’s Analytics, en su último análisis.
Al mismo tiempo, los temores se ven realzados por la memoria afectiva: "aunque los mercados más afectados son los que presentan desequilibrios externos, la preocupación se centra en la amenaza de efectos de contagio hacia otros mercados, lo cual pudiera derivar en una crisis financiera como la de finales de los años 90".
Sin embargo, Coutiño plantea que "un argumento en contra de una explosión financiera de más largo alcance se encuentra en los cambios que han tenido lugar en los mercados emergentes desde la década de los 90".
"Muchos países han acumulado cantidades significativas de recursos externos, han adoptado regímenes cambiarios flexibles y, han tomado medidas para controlar los desequilibrios externos, especialmente a raíz de la recesión del 2009. Sin embargo, la razón más importante en contra del contagio se encuentra en la naturaleza misma de las depreciaciones cambiarias que están en marcha", advierte.
Es que para el director en Moody’s Analytics "la desalineación acumulada por las monedas emergentes ha sido el resultado de las fuertes entradas de capital generadas por el exceso de liquidez global después de la recesión del 2009. Esta desalienación cambiaria fue la causa del deterioro de las cuentas externas, por lo que la apertura del desequilibrio en cuenta corriente ha sido un resultado y no la causa de la depreciación cambiaria actual". Por lo tanto, "la depreciación de las monedas en los últimos días es una corrección natural generada por la reversión de los flujos de capital que anteriormente generaron revaluación de las mismas monedas".
Otra razón para reducir la preocupación es que "en la actualidad la mayoría de los mercados emergentes mantiene sistemas de tipo de cambio flexibles, por lo que el ajuste cambiario está siendo automático así como también lo será la corrección esperada de los déficits externos".