“Los soberanos latinoamericanos están expuestos, en diferentes medidas, a pasivos acumulados por corporaciones y bancos respaldados por el estado o bancos sistemáticamente importantes”, señala Gersan Zurita.
Los pasivos ocultos no directos tales como los de pensiones o aquellos que garantizan la deuda de las empresas son una fuente sustancial de riesgo crediticio para los soberanos de América Latina, dice Moody’s Investors Service. En el nuevo informe titulado “For Latin American Sovereigns, Hidden Liabilities Add to Credit Risk”, Moody’s establece que Brasil tiene la carga de deuda general más alta entre los 5 países de Latinoamérica —Brasil, Chile, Colombia, México y Perú— y que Perú tiene el balance general sujeto a menor gravamen.
Además de la deuda directa del gobierno, el análisis de Moody’s sobre riesgo soberano considera la deuda indirecta, que incluye obligaciones del sector público no reconocidas o consolidadas en el balance general tales como empresas propiedad del gobierno y pasivos contingentes. Éstas comprenden posible respaldo extraordinario para bancos privados sistemáticamente importantes en escenarios de tensión y pasivos del sistema de pensiones nacional.
“Los soberanos latinoamericanos están expuestos, en diferentes medidas, a pasivos acumulados por corporaciones y bancos respaldados por el estado o bancos sistemáticamente importantes”, señala Gersan Zurita, Senior Vice President de Moody’s. Además, los sistemas de pensiones en la mayoría de los países están acumulando crecientes pasivos sin financiación a medida que sus poblaciones envejecen.
Teniendo en cuenta su enfoque integral que incluye pasivos indirectos y contingentes, Moody’s considera que la carga de la deuda total de Brasil es la mayor de toda la región.
El gobierno soberano de Brasil tiene mucha deuda indirecta porque es propietario de muchas empresas grandes en varios sectores, entre las cuales se incluyen bancos. Por ejemplo, Caixa tiene pasivos que el gobierno podría posiblemente tomar equivalentes a 12,5% del PIB, lo que se suma a la ya elevada carga de deuda.
El sistema bancario chileno registra los pasivos contingentes más elevados de los cinco soberanos de América Latina mencionados anteriormente. En Chile, donde la intermediación es la más alta de la región y donde es posible el respaldo del gobierno para los bancos, un rescate de todos los bancos privados de forma simultánea actualmente una situación poco probable, podría potencialmente costarle a la nación un monto equivalente a 43,7% del PIB.
En Colombia, Moody’s espera que el apoyo del gobierno crezca rápidamente para los trabajadores que alcanzan la edad de jubilación, dado que las tasas de ahorro y las contribuciones del sistema de pensiones son bajas. Moody’s estima que los pasivos de pensiones en Colombia serán de 36,6 % del PIB.
Las pensiones también podrían ejercer presión sobre las finanzas del gobierno de México. En este país, los pasivos por pensiones de PEMEX y CFE se ubicaron en 10,2% del PIB, a finales del año pasado.
El gobierno del Perú tiene el balance general más limpio, dice Moody’s. En Perú, las limitaciones constitucionales en torno a la participación del gobierno en la economía nacional han provocado una carga de deuda directa relativamente menor (19,2% del PIB) y algunas de las obligaciones indirectas y contingentes más pequeñas con relación al PIB.