El gobierno de Venezuela tiene una calificación en moneda extranjera de B2 y una calificación en moneda local de B1, ambas con perspectiva estable, pero sus indicadores han sufrido como resultado de los crecientes desequilibrios macroeconómicos.
La reciente cirugía de cáncer a la que fue sometido el presidente venezolano Hugo Chávez y a su todavía incierta salud, hacer prever que el resultado de la elección presidencial del próximo año, podría tener implicaciones crediticias de mucho mayor peso para un país cuyos indicadores de deuda se han deteriorado marcadamente en los últimos dos años, indica Moody’s Investors Service.
De acuerdo con la calificadora, y según las últimas informaciones, Chávez regresó a Caracas el 4 de julio después de una estancia de tres semanas en Cuba donde fue tratado de cáncer. Dando una imagen de fortaleza desde su regreso, es seguro que Chávez irá por su reelección en 2012, a menos que le sea físicamente imposible.
“La victoria de Chávez reaseguraría su control del poder y garantizaría una relativa estabilidad política, al menos en el corto plazo, y también significaría la continuidad de su política de hacer pagos puntuales del servicio de la deuda”, señaló Patrick Esteruelas, un Vice President – Senior Analyst de Moody’s y autor del reporte. “Asimismo, el favorable perfil de amortización de Venezuela por los próximos años limita los riesgos de un posible cese de pagos a pesar de la notoria reducción que mostraron recientemente sus activos líquidos externos”.
El gobierno de Venezuela tiene una calificación en moneda extranjera de B2 y una calificación en moneda local de B1, ambas con perspectiva estable, pero sus indicadores han sufrido como resultado de los crecientes desequilibrios macroeconómicos, el creciente endeudamiento del sector público, y la gradual reducción del colchón de sus activos líquidos externos.
“Lo más probable es que la reelección de Chávez también viniera acompañada de un gradual deterioro de los fundamentales crediticios de Venezuela a más largo plazo” comentó Esteruelas. “La constante dependencia en los controles de precio y tipos de cambio, la agresiva interferencia del estado, y la intimidación cotidiana del sector privado reforzarán las distorsiones y presionarán aun más la liquidez pública externa”.
La victoria de la oposición, señala el reporte de Moody’s, podría venir acompañada de una mezcla de políticas con mayor orientación al mercado y soportadas por la recepción de flujos de capital y mejores perspectivas de inversión, pero la transición presentaría grandes retos y potencialmente grandes sorpresas crediticias negativas en el corto plazo.