La campaña electoral podría postergar de manera significativa la implementación de reformas importantes, incluida la apertura del sector energético a la inversión privada, dijo la agencia calificadora de crédito en un reporte.
La próxima elección presidencial de México podría presentar un desafío más significativo para el perfil crediticio del país que el riesgo de fracaso de una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijo Moody's Investors Service este miércoles.
La campaña electoral podría postergar de manera significativa la implementación de reformas importantes, incluida la apertura del sector energético a la inversión privada, dijo la agencia calificadora de crédito en un reporte.
"La transición política también puede desacelerar la inversión pública en infraestructura, ya que a la nueva administración le va a llevar tiempo establecer sus prioridades de infraestructura y desarrollar una serie de proyectos", agregó Moody´s.
México celebra elecciones en julio de 2018. Según encuestas, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador es favorito entre los votantes, cansados de escándalos de corrupción, la violencia y el tibio crecimiento de la economía.
El gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) está cada vez más enfocado en evitar una victoria de López Obrador. Este mes, el PRI adoptó nuevas reglas que le permiten formar coaliciones y lanzar a candidatos presidenciales que no sean miembros de la organización.
Mientras la campaña electoral gana intensidad, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto transita los primeros pasos en la renegociación del TLCAN que impulsa su par estadounidense Donald Trump, generando temores sobre el efecto de los cambios en la economía mexicana.
Moody´s dijo que las probabilidades de que las renegociaciones del TLCAN interrumpan las operaciones comerciales son bajas, y esto podría presentar una oportunidad para México.
Pero la calificadora también señaló que no podía descartar por completo los riesgos para los exportadores mexicanos, especialmente las empresas pertenecientes al sector de fabricación de automotores.
"Una renegociación desfavorable frenaría el crecimiento y provocaría efectos secundarios negativos para las economías locales de los principales estados exportadores del país. Sin embargo, las propuestas iniciales podrían, en efecto, estimular el desarrollo industrial", dijo.
En ese sentido, un mayor ajuste de las normas de origen demandaría incrementar las inversiones para permitir la producción de componentes previamente importados dentro de la región de América del Norte, agregó Moody´s.