No solo la inflación general cambió de tendencia, sino también todos los componentes subyacentes e incluso el de los bienes transables.
"Hasta hace unos dias el Banco Central de Chile aún dudaba en mantener o recortar la tasa de interés, hoy debería estar convencido no solo de mantenerla sino incluso de remover el sesgo expansivo en sus decisiones monetarias", afirma enfático Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics para América Latina. La realidad económica chilena está demostrando que quienes pedían recortes están equivocados y que si el emisor central pretendía flexibilizar tomaría una acción incorrecta.
En palabras del economista "como bién lo establecimos, ni el funcionamiento de la economía ni la baja inflación justifican más recortes de tasas", afirmando que "la economía camina de acuerdo a su capacidad potencial y la inflación ya se encamina hacia su objetivo". Finalmente, la inflación torció al alza como se esperaba, después de haber generado ideas bizarras con respecto a un posible riesgo de deflación. En octubre, la inflación general dió marcha atrás, al subir a una tasa anual de 1,88% desde su mínimo anual de 1,45% en septiembre y también su piso inflacionario desde la recesión del 2009.
No solo la inflación general cambió de tendencia, sino también todos los componentes subyacentes e incluso el de los bienes transables. "Lo anterior, es una indicación de que inflación está regresando a su tasa natural determinada por la verdadera estructura de formación de precios en la economía, la cual está alrededor del objetivo de 3%", dice Coutiño, agregando que "no debería ser una sorpresa, puesto que ante la prolongada expansión monetaria, los precios deberían responder al alza, como efectivamente han empezado a reaccionar".
Para el experto "la economía chilena se encuentra trabajando a su capacidad productiva, por lo que se desempeña acorde con su tasa potencial. Asimismo, nuestras estimaciones estructurales indican que las condiciones monetarias se encuentran en terreno expansivo, en donde la tasa de política monetaria se encuentra ligeramente por abajo de la tasa neutral. Es decir, la política monetaria es estimulativa para la demanda interna".
En este sentido, si la economía funciona a su capacidad y la política monetaria es expansiva, no existe razón para que el emisor central suministre más dosis monetaria a la demanda interna. "La economía chilena no necesita de la muleta monetaria para caminar por si sola. Los clamores de recorte de tasas por parte del mercado no deben ser acomodados por el emisor central. Mucho menos ahora que la realidad inflacionaria ha traido un balde de agua fría a las infundadas versiones de riesgo de deflación", afirma.
La verdadera autonomía de la política monetaria se muestra por su independencia no solo del area política sino también de los deseos del mercado.