Moody‘s, la primera agencia de calificación de riesgo que despojó a Reino Unido “AAA” en 2013, dijo que rebajó la nota soberana del país a “Aa2” desde “Aa1”.
Londres. La agencia de calificación de riesgo Moody’s bajó este viernes la nota soberana del Reino Unido en un escalón, afirmando que el plan del Gobierno para corregir las finanzas públicas ha perdido el rumbo y que el “Brexit” pesará sobre la economía.
Moody‘s, la primera agencia de calificación de riesgo que despojó a Reino Unido “AAA” en 2013, dijo que rebajó la nota soberana del país a “Aa2” desde “Aa1”.
Reino Unido redujo su déficit de presupuesto desde cerca de un 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2010 a un 2,3% en el año fiscal 2016/17 que terminó en marzo. Además, el Gobierno espera recortar su deuda como proporción del PIB a partir de 2018/19.
La agencia, sin embargo, dijo el viernes que el panorama de las finanzas públicas se debilitó significativamente debido a que los planes de consolidación fiscal del Gobierno enfrentan cada vez mayores cuestionamientos y porque se espera que la carga de deuda siga aumentando.
Al mismo tiempo, las presiones presupuestarias aumentarían por el debilitamiento de la economía británica luego de su salida de la Unión Europea, lo que distraería al Gobierno de otras prioridades, sostuvo Moody‘s.
“Las presiones fiscales se exacerbarán por la erosión de la fortaleza económica de mediano plazo del Reino Unido, probablemente como resultado de la manera en que salga de la Unión Europea, y por los desafíos aparentemente cada vez mayores para la política monetaria dada la complejidad de las negociaciones del Brexit y las dinámicas políticas locales asociadas”, afirmó Moody‘s.
El Gobierno dijo que la evaluación que Moody’s hizo del impacto del Brexit es “obsoleta”, debido a que la primera ministra británica, Theresa May, delineó un plan ambicioso para las relaciones futuras con la UE en un discurso más temprano el viernes.
Moody’s revisó el panorama de la calificación a estable desde negativo, lo que significa que no es inminente una nueva baja.
Tras la decisión, la libra esterlina retrocedía un 0,61% frente al dólar, a US$1,3495. Además perdía un 0,69% frente al euro.