Los indicadores de deuda del gobierno han disminuido de manera notoria con la razón de deuda a PIB cayendo a 31% en 2011 desde 75% en 2005.
New York. Moody’s Investors Service elevó la calificación de bonos del gobierno boliviano a Ba3 desde B1. La perspectiva ha sido cambiada a estable desde positiva para reflejar el balance existente entre las mejoras en el perfil de crédito de Bolivia y los desafíos crediticios que continúan estando presentes .
La subida de la calificación está sustentada en los siguientes factores: bajas sostenidas en los indicadores de deuda del gobierno respaldados por mayores ingresos gubernamentales, crecimiento económico robusto a lo largo de siete años que se prevé se mantendrá, dado que el gobierno contempla aumentar sus inversiones en sectores productivos, y superávits de cuenta corriente y aumento en inversión extranjera directa que han elevado de manera sostenida el nivel de reservas internacionales.
Los indicadores de deuda del gobierno han disminuido de manera notoria con la razón de deuda a PIB cayendo a 31% en 2011 desde 75% en 2005, mientras que la razón deuda a ingresos bajo a 96% desde 247%. Adicionalmente, ambos indicadores son inferiores a las medianas de los países con calificación de Ba. Si bien la reducción de los indicadores de deuda del gobierno fue resultado inicialmente de la condonación de deuda recibida a través del Multilateral Debt Relief Initiative (MDRI) para Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC) en el período 2006-07, los razones de deuda han seguido bajando. El Gobierno ha propuesto la creación de fondos de estabilización fiscal que, de ser aprobados, ayudarían a promover una política fiscal contracíclica.
El crecimiento del PIB real promedió 4,7% durante el período 2005-11, impulsado por un aumento de la inversión pública. Aunque el nivel de inversiones privadas continúa siendo bajo, la ejecución del gasto de capital por parte del Gobierno ha mejorado durante los últimos años, de manera tal que la inversión fija bruta alcanzó 20% del PIB en 2011 en comparación con un promedio de 16% durante el período 2005-10.
La posición de liquidez externa del país ha mejorado como resultado de superávits de cuenta corriente a lo largo de nueve años consecutivos y aumentos de la inversión extranjera directa cuyo nivel es más elevado a la fecha que el registrado antes de la nacionalización de la industria de gas en 2006. Reservas internacionales - excluyendo oro - que aumentaron a US$9.909 millones estadounidenses en 2011 desde US$1,244 millones en 2005, proveen un importante colchón financiero contra choques externos derivados de bajas en los precios de los commodities.
La perspectiva estable de la calificación balancea las mejoras observadas en el perfil crediticio de Bolivia con desafíos clave que estan presentes, incluyendo: dependencia de las finanzas públicas en los hidrocarburos, falta de acceso a los mercados de capitales internacionales, y un legado de inestabilidad política que ha dado lugar a conflictos sociales recurrentes en el pasado.
Los techos país para bonos y para depósitos de Bolivia también fueron ajustados como parte de esta acción de calificación. El techo país para bonos en moneda extranjera fue subido a Ba2 desde Ba3; el techo país para depósitos en moneda extranjera fue subido a B1 desde B2. Los techos país para bonos y depósitos en moneda local no presentaron ningún cambio y se mantuvieron en Ba1.
Una baja de las calificaciones podría tener lugar de presentarse una reducción significativa y prolongada en los precios de los commodities, o bien si las condiciones políticas se deterioraran. Si bien hay señales de mayor estabilidad política desde que el presidente Evo Morales llegó a la presidencia en 2006, los riesgos de inestabilidad social y política siguen siendo factores relevantes para la calificación de Bolivia.