Para el vicepresidente del grupo Moody’s Investors Service, Jaime Reusche, esta decisión tranquilizó a los mercados, lo cual se reflejó en la continuidad de los flujos de inversión hacia el Perú.
A principios de mayo, el gobierno publicó el Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas, anunciando que la deuda pública aumentará de 23,8% del producto bruto interno (PBI) en el 2016, a 26,2% en el 2021 (manteniéndose por debajo de 30%).
Para el vicepresidente del grupo Moody’s Investors Service, Jaime Reusche, esta decisión tranquilizó a los mercados, lo cual se reflejó en la continuidad de los flujos de inversión hacia el Perú.
“El costo financiero del gobierno sigue bajo [reflejado en rendimientos menores de los bonos globales y los domésticos] e indica que los mercados se sienten cómodos con las condiciones macrofiscales del Perú”, declaró al Diario Oficial El Peruano.
Resaltó que sobre esta base el Gobierno peruano se puede enfocar en la reconstrucción y en ejecutar sus políticas para atender los retos domésticos.
Déficit fiscal. Asimismo, Reusche comentó que es probable que el déficit fiscal de nuestro país llegue a 3,5% en el 2018, lo cual estará financiado, en buena parte, con ahorros fiscales.
“Es desconcertante que se tengan que utilizar esos recursos que ya no estarán disponibles si se presenta otro shock externo, pero es prudente utilizarlos en este momento, en lugar de contraer más deuda”, subrayó.
En tal sentido, Reusche consideró poco probable que el impulso fiscal para la reconstrucción con cambios afecte la calificación soberana que hoy posee el país (A3), “en el peor de los casos modificaría la perspectiva que se iría de ‘estable’ a ‘negativa’”.
De igual modo, resaltó que, más allá de la ejecución de proyectos de infraestructura, también está la necesidad de que el Gobierno retome la reducción del déficit una vez que concluya el proceso de reconstrucción.
“Este período presidencial estará marcado por esa dinámica, y al gobierno que le siga le tocará reponer los ahorros fiscales. La población debe estar consciente de la situación y exigir al siguiente gobierno que siga creando espacio fiscal para enfrentar los nuevos shocks externos, que indudablemente se registrarán en el mediano y largo plazo”, dijo.
Buena reacción. Reusche manifestó que la respuesta inicial del gobierno para atender las emergencias por lluvias, ocasionadas por El Niño Costero, ha sido bastante buena.
Agregó que lo mismo pasa con los planes de rehabilitación y reconstrucción, pues “los riesgos se centran puramente en la implementación de los proyectos”.
En tal sentido, refirió que las exigencias políticas y sociales, después de este desastre, son altísimas, y “los ciudadanos ojalá entiendan que la capacidad de reacción y coordinación es limitada”.
Las proyecciones de crecimiento de la economía para este año están entre 2% y 3,5%. “Nosotros estimamos un crecimiento de 3% para este año, pero los riesgos a la baja persisten”, enfatizó.
No obstante, se espera un efecto rebote significativo en el 2018, por lo que las perspectivas de mediano plazo siguen siendo alentadoras.