“El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) chileno sufrió un choque estructural debido a la caída de los precios del cobre y a un declive de la productividad y tiene pocas posibilidades de recuperarse completamente”, indicó un comunicado de Moody’s.
Moody’s rebajó la perspectiva de la nota soberana de nuestro país de “estable” a “negativa”, pero no bajó la calificación, la que se mantuvo en “Aa3”.
“El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) chileno sufrió un choque estructural debido a la caída de los precios del cobre y a un declive de la productividad y tiene pocas posibilidades de recuperarse completamente”, indicó un comunicado de Moody’s.
De esta forma, la agencia calificadora de riesgo se sumó a los movimientos que realizaron Standard & Poor’s, que propinó a Chile su primera degradación en más de dos décadas, seguido por la decisión de Fitch, a comienzos de mes.
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Moody’s subrayó que el crecimiento interno ha recibido un shock a raíz de la caída en el precio del cobre y, junto a ello, sacó al pizarrón el aumento de la deuda del Gobierno en un contexto de mayores demandas sociales.
“La disminución del crecimiento coincidió con una acentuación de las reivindicaciones sociales, lo que erosiona la situación presupuestaria y conduce a una subida persistente de la deuda pública”, señaló la agencia calificadora de riesgo.
En ese contexto, el estratega de BCI Inversiones, Alexis Osses, señaló que los efectos de esta decisión en el mercado están internalizados y destacó que el resultado de las elecciones de noviembre será clave para las perspectivas del mercado.
En tanto, si bien la perspectiva negativa significa que Moody’s podría en los próximos meses o años rebajar la calificación de “estable” a “media-superior”, el gerente de Mercados Financieros de Vantrust, Matías Urrutia, no cree que aquello ocurra.
Lo anterior, debido a que la decisión de la agencia no se ha reflejado en los Credit Default Swaps, un derivado que mide la probabilidad que un país entre en cesación de pagos.
Junto a ello, Moody’s explicó que la perspectiva negativa conlleva que los riesgos no están balanceados, al mismo tiempo que el Banco Central anunció la semana pasada que el PIB del país -cuarta economía de América Latina- había crecido sólo 0,5% en el primer semestre de 2017: el porcentaje más bajo desde 2009.