La agencia calificadora señala, sin embargo, que la liquidez para las compañías no financieras peruanas todavía queda rezagada con respecto a sus pares regionales en México, Chile y Brasil, dada su mayor dependencia de su capacidad de refinanciar deuda de corto plazo.
Lima. El riesgo de liquidez para corporativos no financieros de Perú seguirá siendo elevado, pero ha regresado a los niveles de 2016 después de un periodo de fenómenos climáticos destructivos, un gran escándalo de corrupción y agitación política, dice Moody’s Investors Service en un nuevo informe.
“El crecimiento económico de Perú se aceleró en 2018, en particular durante la segunda mitad del año”, señala Sandra Beltran, Assistant Vice President de Moody’s.
“La recuperación dio respaldo a una mayor generación de efectivo y mejoró el acceso a los mercados de capitales. Sin embargo, el riesgo de liquidez corporativo en Perú todavía se ubica por detrás del riesgo correspondiente en otros grandes mercados de América Latina, con la excepción de Argentina”.
La liquidez para las compañías no financieras peruanas todavía queda rezagada con respecto a sus pares regionales en México, Chile y Brasil, dada su mayor dependencia de su capacidad de refinanciar deuda de corto plazo con bancos locales.
Acceso. A pesar de contar con una relación fuerte y de largo plazo con los bancos locales, las compañías no financieras en Perú podrían no tener acceso a liquidez durante crisis económicas.
Actualmente, la mejora en la generación de efectivo ha ayudado a algunas compañías a reducir el riesgo de financiamiento e impulsar sus razones de cobertura de deuda de corto plazo, aunque para las empresas mineras esperamos resultados mixtos en términos de generación de efectivo hasta 2020.
En 2019, Moody’s espera que el crecimiento de préstamos ascenderá a casi un 12%, respaldado por préstamos de consumo, hipotecarios y corporativos, estos últimos con un foco en los sectores de agricultura, minería y comercio.
Al mismo tiempo, los préstamos de consumo aumentarán en línea con la creciente demanda de los consumidores, la mayor penetración bancaria y el crecimiento de la clase media, mientras que las tasas de interés relativamente bajas y la caída de los precios del mercado inmobiliario impulsarán los préstamos hipotecarios.
La liquidez del sistema bancario peruano seguirá siendo adecuada, a pesar de la aceleración del crecimiento de los préstamos.