Una catástrofe inmobiliaria dejó a los bancos con miles de millones de euros de deuda mala de constructoras en sus hojas de balance, pero los problemas se han extendido a pequeños negocios y otros sectores.
Madrid. Los hogares y empresas españolas omitieron el pago de sus deudas en cifras récord en agosto, con lo que perjudicaron a los prestamistas del país y subrayaron la necesidad de un paquete de ayuda para ayudar a la economía a salir de la recesión.
Una catástrofe inmobiliaria dejó a los bancos con miles de millones de euros de deuda mala de constructoras en sus hojas de balance, pero los problemas se han extendido a pequeños negocios y otros sectores.
El saldo de los créditos morosos de la banca española subió en agosto en 5,343 millones de euros (7,000 millones de dólares) a 178,579 millones de euros, y la tasa de morosidad escaló a un nuevo máximo del 10.5% desde el 10.09% revisado de julio, según datos provisionales del Banco de España divulgados este jueves.
El incremento de la morosidad se vio acompañado de una revisión al alza de la morosidad en el mes anterior (de 169,330 millones a 173,236 millones de euros) y de una contracción de la cartera crediticia de la banca en 18,130 millones de euros a 1.699 billones de euros.
España está montando un banco malo para sacar activos inmobiliarios fuera de los balances de los prestamistas y los bancos se están preparando para recibir los primeros fondos de una línea de crédito de 100,000 millones de euros acordada con la Unión Europea (UE).
Pero los datos récord sobre los créditos remarcan la cuestión de si los créditos de clientes también deberían ser transferidos al banco malo y si España tomará muy poco del dinero europeo. El Gobierno estima que solo necesita 40,000 millones de euros.
"Lo más obvio de estos datos es que el Gobierno español debería apuntar a un mayor ejercicio de recapitalización", dijo Gilles Moec, economista en el Deutsche bank.
La conformación de un banco malo es una condición para recibir la ayuda europea, al igual que una auditoría independiente de los prestamistas del país que fue completada en septiembre y que señaló a siete bancos como necesitados de capital en caso de un deterioro severo.
Se espera que España también pida un paquete de ayuda soberana en las próximas semanas, lo que podría abrir la puerta para que el Banco Central Europeo comience a comprar su deuda para reducir las primas.
España está sufriendo su peor desaceleración económica en medio siglo, marcada por un alto desempleo y fuertes recortes de gasto público.
En consecuencia, se han visto perjudicados los consumidores que ahora tienen créditos morosos crecientes y también los bancos.