Luego de que el país latinoamericano enfrentara casi ocho años de recesión y de elevados precios, su presidente Nicolás Maduro, señaló que la economía repuntó 7,6% en el tercer trimestre del pasado año, sin detallar el desempeño de las actividades económicas.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo este sábado que se estima que la economía venezolana crecerá más de un 4% en el 2021, luego que el país enfrentara casi ocho años de recesión y de elevados precios.

El Banco Central de Venezuela (BCV) no ha actualizado las estadísticas desde el primer trimestre de 2019, cuando la economía cayó 26,8% frente al mismo lapso de 2018, pero sí ha publicado intermitentemente los datos de inflación.

"Venezuela luego de cinco años de guerra económica del boicot y bloqueo ha recuperado el camino del crecimiento económico", dijo Maduro durante la presentación de su mensaje anual en la Asamblea Nacional. "Son indicadores económicos, concretos, de la economía real que ha reaccionado para bien, luego de la recuperación de la estabilidad política", agregó.

Además del crecimiento esperado para el 2021, el mandatario venezolano señaló que la economía repuntó 7,6% en el tercer trimestre del pasado año, sin detallar el desempeño de las actividades económicas.

En 2021, la producción petrolera se duplicó por el apoyo de pequeñas empresas de servicios y el suministro de diluyentes por parte de Irán, pero ese desempeño no necesariamente implica que la estatal petrolera venezolana podrá continuar aumentando producción, según expertos.

Otras áreas como comercio y servicios han tenido un oxígeno desde que el gobierno de Maduro flexibilizara los controles a la economía a inicios de 2019 y permitiera una mayor circulación de divisas. Sin embargo, esas acciones han llegado tardías y aún no han garantizado una recuperación general de todos los sectores, de acuerdo a lo indicado por analistas.

Maduro dijo en su mensaje al país que derrotará la inflación, que en 2021 cerró 686,4%, según los datos del Banco Central.

El gobierno durante el pasado año redujo el gasto en bolívares para mantener la estabilidad del tipo de cambio y controlar la inflación. Sin embargo, los precios son elevados y continúan golpeando los ingresos de las familias venezolanas.