Los mercados se alteraron esta semana por advertencias sobre el alto precio de los activos, el elevado endeudamiento de los consumidores, y la necesidad de iniciar un proceso de normalización de tasas de interés.
Los niveles globales de deuda han subido US$500.000 millones en el último año para tocar un récord de US$217 billones, indicó un estudio, justo en momentos en que los principales bancos centrales del mundo se preparan para poner fin a años de créditos a muy bajo costo.
Los mercados se alteraron esta semana por advertencias sobre el alto precio de los activos, el elevado endeudamiento de los consumidores, y la necesidad de iniciar un proceso de normalización de tasas de interés desde los extraordinariamente bajos niveles establecidos como respuesta a la crisis del 2009.
Esta semana, la jefa de la Reserva Federal, Janet Yellen, advirtió sobre excesos en las valuaciones de activos, mientras que el Banco de Inglaterra decidió ser más estricto en el control de créditos bancarios y el presidente del Banco Central Europeo insinuó que a partir de septiembre podrían comenzar a retirar los estímulos monetarios.
Años de dinero barato provisto por los bancos centrales han alimentado las subidas de las bolsas, impulsándolas a máximos históricos. Pero un efecto secundario es el explosivo incremento de los créditos, puesto que familias, empresas y gobiernos se apresuraron a aprovechar los bajísimos costos de endeudamiento.
Como resultado, el nivel global de deuda ahora representa el 327% de la producción económica mundial, dijo el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) en un reporte publicado tarde el martes.
El reporte del IIF, una de las entidades más autorizadas en materia de flujos de capital globales, destaca los riesgos del "refinanciamiento", especialmente en los mercados emergentes que han tomado créditos en monedas como euros o dólares.
Esas deudas se volverán más costosas de pagar si las tasas de interés de las naciones occidentales suben y sus monedas se fortalecen.
La Fed también parece mantener su intención de seguir ajustando su política monetaria. El jefe de la Reserva Federal de Filadelfia, Patrick Harker, dijo esta semana que la normalización de la hoja de balance de la entidad debería ser puesta en "piloto automático".
El IIF indicó que probablemente será el mundo en desarrollo el que enfrentará más riesgos por los ajustes monetarios. La deuda emergente nominada en moneda fuerte creció US$200.000 millones el último año -su mayor ritmo desde 2014- y el 70% era en dólares, según el reporte.
Por otro lado, los mercados emergentes deberán cancelar deuda por más de US$1,9 billones que vence a fines del 2018, y un 15% de estas emisiones están denominadas en dólares. Los mayores desembolsos le tocarán a China, Rusia, Corea del Sur y Turquía, añadió el IIF.