A partir de diciembre los pequeños empresarios cubanos podrán abrir nuevos negocios. Sin embargo, prevalece el escepticismo: aumentará la burocracia, los procesos de autorización serán más largos y habrá más controles.
"¡Por fin! Comienza una nueva etapa", exclama Gabriel con alivio. El 10 de julio, hace poco, el gobierno cubano anunció que reanudará la entrega de licencias para negocios, el alquiler de cuartos, así como bares y restaurantes. "En principio es una buena noticia", dice Gabriel. A principios del año pasado había comprado y amueblado un departamento en el centro de La Habana para rentarlo como alojamiento vacacional.
No obstante, pocos meses después el gobierno suspendió la entrega de licencias por problemas de evasión fiscal y la comercialización ilegal de materiales de construcción. Al igual que Gabriel, muchos cubanos de repente se vieron obligados a congelar sus planes.
Nuevas reglamentaciones. La entrega de nuevas licencias va acompañada de una serie de nuevas reglamentaciones. Muchas de las actividades comerciales permitidas serán agrupadas en nuevas categorías. Así, en lugar de 201 profesiones, en el futuro solo habrá 123.
Por primera vez se emitirán licencias para bares. Estos hasta ahora estaban registrados como restaurantes. Otros tipos de negocios, como las agencias inmobiliarias, las escuelas de idiomas, las escuelas de arte y los gimnasios, sufrirán restricciones. Los propietarios ya no podrán emplear a trabajadores y deberán realizar las actividades personalmente.
"Se trata en parte de negocios que funcionan bien desde hace años. Y ahora les imponen limitaciones", critica Dariel, saliendo de un gimnasio. "Tomemos como ejemplo este gimnasio. ¿Deberá cerrar ahora?".
Se complica entrega de licencias. Sobre todo para las actividades comerciales con mayor demanda, las licencias deberán ser solicitadas por escrito e ir acompañadas de una declaración jurada sobre el financiamiento y las inversiones necesarias. Además, en el futuro, los cubanos ya solo podrán ejercer una sola profesión comercial en el sector privado. La viceministra de Trabajo cubana, Marta Elena Feitó, había criticado que, en la práctica, un empresario a veces es dueño de varios negocios. Al parecer, con la medida el gobierno pretende impedir la acumulación de riqueza.
Según Feitó, la medida "solo" afecta a cerca de 9.000 empresarios, es decir solo un 1,7% del trabajo por cuenta propia. "¿Pero cuántas personas han empleado estos 9.000 empresarios? ¿Cuántas familias viven de estos negocios que ahora tienen que cerrar?", preguntó el periodista Oniel Díaz en un artículo de opinión publicado en el portal online OnCuba. Y llega a la conclusión de que el número de personas afectadas es mucho mayor.
Artistas afectados. Asimismo, otra medida establece que para tocar en bares y clubs privados los músicos necesitarán un permiso del Ministerio de Cultura o de las agencias de artistas estatales. Pintores y artistas que comercialicen sus obras sin permiso estatal serán sancionados.
Además hay nuevas reglamentaciones respecto al pago de impuestos y la contratación de empleados. Los propietarios de negocios gastronómicos, de alquiler de cuartos, servicios en el sector de construcción y taxistas deberán abrir una cuenta bancaria desde la que deberán realizar todos sus negocios.
"En Cuba la mayoría de los negocios se hacen con dinero en efectivo. Teniendo en cuenta las largas colas frente a los bancos, no me imagino cómo funcionará. Y, además, ¿qué turista querrá transferir el dinero de su alojamiento a una cuenta cubana?", se pregunta Gabriel.
Crisis económica. Estas nuevas reglamentaciones son las primeras medidas importantes del nuevo gobierno de Miguel Díaz-Canel. El anuncio llega en un momento en el que la economía cubana tiene que amortiguar el impacto de la crisis venezolana y el empeoramiento de las relaciones con Estados Unidos.
Según cifras oficiales, actualmente cerca de 590.000 cubanos trabajan en el sector privado; esto equivale al 13% de la población activa. Al mismo tiempo, el gobierno en La Habana teme que Estados Unidos pueda instrumentalizar a los pequeños empresarios cubanos para impulsar un cambio político en la isla. Desde que Donald Trump asumió la presidencia del país norteamericano, se ha enfriado el proceso de acercamiento entre ambos países y el gobierno cubano ha ralentizado su política de apertura.
*Todos los nombres han sido modificados.