Dentro del equipo económico hay un convencimiento que por el lado del gasto público hay varias ineficiencias sobre las cuales se puede echar mano apenas se tomen las riendas del poder el próximo lunes 2 de marzo.
El Observador de Uruguay. Como una forma de enviar un mensaje de austeridad y prudencia en el manejo del gasto público, el Poder Ejecutivo tiene previsto topear la ejecución del gasto en lo que queda del ejercicio 2020.
El diputado del Partido Independiente, Iván Posada, se reunió este viernes en el comando del presidente Luis Lacalle con la futura ministra de Economía, Azucena Arbeleche, para abordar temas vinculados a la coyuntura fiscal y sus desafíos.
En diálogo con la prensa el legislador dijo que el objetivo es que hayan “señales claras” en cuanto al abatimiento del gasto público, ya que es “preocupante” asumir con un déficit fiscal orillando el 5% del PIB.
Es por ello que en la Rendición de Cuentas -que se enviará el Parlamento antes del próximo 30 de junio- se fijarán “topes” en la ejecución del gasto para lo que queda de 2020. Esto porque la nueva ley de Presupuesto quinquenal -que también se votará este año- recién comenzará a instrumentarse en 2021.
Dentro del equipo económico hay un convencimiento que por el lado del gasto público hay varias ineficiencias sobre las cuales se puede echar mano apenas se tomen las riendas del poder el próximo lunes 2 de marzo.
Cómo se comienzan a instrumentar esas medidas es algo sobre lo que las autoridades ya vienen trabajando hace meses. Ahora la tarea pasa porque los respectivos ministerios vayan interiorizando ese mensaje.
Más allá de algún mecanismo legal a corto plazo que pueda aprobarse para reducir los gastos de funcionamiento del Estado, la tarea fundamental pasa porque el organigrama de los recientes designados, ministros, subsecretarios y directores transmitan ese mensaje de austeridad a sus carteras y controlen su puesta en práctica.