Sabine Alkire, de la Universidad de Oxford –quien desarrolló la metodología del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM)– relató esta historia en la presentación de ese indicador, que se realizó en el auditorio de la Secretaría de Planificación y Desarrollo (Senplades).
Quito. En Gasa, Bután (al sur de Asia), no existe pobreza por ingreso. Sus habitantes tienen mucho dinero. Pero no hay electricidad, no hay caminos, no hay hospital ni escuela secundaria.
Sabine Alkire, de la Universidad de Oxford –quien desarrolló la metodología del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM)– relató esta historia en la presentación de ese indicador, que se realizó en el auditorio de la Secretaría de Planificación y Desarrollo (Senplades).
La experta agregó que el IPM ayuda a “visibilizar” diversos tipos de carencia que la gente experimenta y que afecta la vida, pero tal vez no están registrados en mediciones monetarias tradicionales.
El IPM contiene cuatro dimensiones: educación; trabajo y seguridad social; salud, agua y alimentación; hábitat, vivienda y ambiente sano, y doce indicadores (ver gráfico).
Ese indicador, explicó José Rosero, director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), complementa la medición de la pobreza por ingresos y consumo que se hace actualmente: “Mostrando no solamente una cara sino doce caras de la pobreza”.
Agregó que se convertirá en una estadística oficial. “Cada diciembre vamos a tomar la información y en enero de cada año la publicaríamos”, indicó.
En el evento, el presidente Rafael Correa presentó las primeras mediciones efectuadas entre 2009 y 2015.
En ese periodo, Ecuador redujo su tasa de pobreza multidimensional en 16,5% (1,9 millones de personas) y la tasa de pobreza extrema multidimensional pasó de 28,6% a 14,8% (1,8 millones de personas).
Para obtener los datos, dijo Rosero, se basaron en las encuestas de hogares. “¿Por qué no antes del 2009? Porque las encuestas de hogares que tenemos en el 2008, 2007, 2006, no tienen la totalidad de los doce indicadores”, argumentó.
El titular del INEC indicó que se define a una persona como pobre multidimensional si se encuentra privado en al menos cuatro de doce indicadores.
En tanto, la pobreza extrema multidimensional el Gobierno la define como la vulneración de al menos el 50% de los doce indicadores.
La metodología es utilizada a nivel mundial, pero los indicadores los escoge cada país, expresó Rosero.
Al ser consultada si se podría agregar o eliminar algunos de los doce indicadores, Sandra Naranjo, titular de la Senplades, respondió que si eventualmente, por ejemplo, tuvieran una medida adicional de salud que le permita al régimen entender mejor qué está pasando en esa área y se desea incluirla, probablemente lo harían.
De su parte, la ministra de Salud, Margarita Guevara, señaló que al ser la pobreza multidimensional la intervención que realizan es multisectorial e interdisciplinaria.
“La descomposición del IPM, en sus distintas dimensiones: educación, salud y alimentación, vivienda, trabajo, nos permite observar las áreas con mayor dificultad y por ende reformar o fortalecer las políticas públicas en esas respectivas áreas”, dijo Correa.
