En su primera conferencia de prensa tras obtener la reelección, afirmó que "no deberíamos tener de rehén a la clase media cuando debatimos recortes de impuestos para los ricos".
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo este miércoles que un eventual alza de impuestos a la clase media podría golpear las ventas minoristas en la temporada de compras de fin de año y afectar la inversión y la generación de empleo.
"Podríamos caer en recesión, sería algo malo", dijo Obama al describir un escenario en el que los legisladores no lograran llegar a un acuerdo sobre recortes de gastos y alzas de impuestos, conocido como "abismo fiscal".
En su primera conferencia de prensa tras obtener la reelección, afirmó que "no deberíamos tener de rehén a la clase media cuando debatimos recortes de impuestos para los ricos".
El mandatario sostuvo además que estaba entusiasmado porque algunos republicanos acordaron generar nuevos ingresos para el fisco.
El presidente estadounidense, Barack Obama, buscó este miércoles sumar el apoyo de dirigentes empresariales en su intento por presionar a los republicanos del Congreso para aceptar aumentos de impuestos como parte del acuerdo presupuestario que impediría que la economía caiga en recesión.
La reunión en la Casa Blanca, pactada para las 19:45 GMT, podría parecerse más a un mitin que a una sesión de negociaciones.
Muchos de los que estarán presentes concuerdan con la posición de Obama acerca de que cualquier acuerdo significativo para estabilizar las finanzas del país debe incluir aumentos tributarios y recortes de gasto.
Los adversarios de la Casa Blanca en Wall Street y la Cámara de Comercio no fueron invitados.
Sin embargo, la oportunidad podría incomodar aún más a los republicanos, todavía heridos por la elección presidencial de la semana pasada que dio a Obama cuatro años más en el cargo y llevó a más demócratas a la Cámara de Diputados y el Senado.
Ambas partes tienen aproximadamente seis semanas para llegar a un acuerdo antes de que se produzcan automáticamente aumentos de impuestos y recortes de gasto por US$600.000 millones a comienzos de 2013, lo que llevaría a la vacilante economía estadounidense a la recesión.
Más votantes culparán a los republicanos antes que Obama si ambas partes no llegan a un acuerdo para evitar el denominado "abismo fiscal", según una encuesta de Pew Research Center/Washington Post.
Obama está apostando más allá de Washington para presionar a los republicanos. El presidente se reunió con líderes sindicales y de grupos liberales el martes y luego instó a los voluntarios de su campaña de reelección a impulsar un acuerdo desde las bases.
Reuniones. El mandatario ha programado reuniones con líderes republicanos y demócratas para este viernes en el Congreso.
Este miércoles, el mandatario se reunirá con decenas de presidentes ejecutivos de empresas. Varios de ellos, incluyendo los de General Electric Co, Aetna Inc, Honeywell International In y Dow Chemical Co, han lanzado un grupo de presión ad-hoc llamado "Fix the Debt" (Solucionen la deuda) que pide mayores ingresos tributarios y recortes de gasto público, casi en línea con la postura de Obama.
Líderes republicanos han expresado alguna voluntad para alcanzar un compromiso. Aunque se oponen al plan de Obama de aumentar los impuestos para 2% de los contribuyentes más pudientes de Estados Unidos, han dicho que podrían aceptar un acuerdo que incremente los ingresos adicionales por impuestos al limitar las exenciones tributarias para los ricos.
La Casa Blanca ha dejado en claro que está lista para negociar, pero el martes dijo que cualquier acuerdo debe incluir US$1,6 billones en ingresos fiscales y elevar tasas para los más ricos, que han corrido mejor suerte que el resto de la población en medio de la recesión del 2008-2009.
Si ambas partes no llegan a un acuerdo para fin de año, aumentarán las tasas impositivas a la renta y a las inversiones para todos los estadounidenses, mientras que programas gubernamentales, desde los militares hasta los educacionales, enfrentarán profundas reducciones impositivas.
Además, también expiraría una serie de exenciones impositivas para empresas.