Así lo destacó el presidente de EE.UU tras promulgar la nueva ley que entrega las herramientas para permitir el cierre de las instituciones financieras, sin perjudicar la economía en general.
Washington. El presidente estadounidense Barack Obama promulgó este miércoles la reforma a la regulación financiera más profunda desde la Gran Depresión, y se comprometió a que no habrían más rescates para Wall Street financiados por los contribuyentes.
"Gracias a esta ley, el pueblo estadounidense nunca más tendrá que asumir la cuenta por los errores de Wall Street", dijo Obama en la ceremonia donde firmó la ley aprobada por el Congreso la semana pasada.
La ley busca detener el tipo de actitudes de riesgo en Wall Street que ayudaron a desatar la crisis financiera global y también busca fortalecer la protección al consumidor frente a los productos financieros.
Obama, que ha estado bajo fuego por los rescates bancarios que comenzaron bajo el mandato del presidente republicano George W. Bush, dijo que las cláusulas de la ley dejan en claro que ninguna empresa está protegida por ser considerada "demasiado grande para quebrar", como sucedió con AIG durante la peor parte de la crisis.
"No habrá más rescates bancarios financiados por los contribuyentes. Punto", afirmó. "Si una institución financiera de gran tamaño debe quebrar, esta reforma nos permite retirarla del sistema sin poner en peligro a la economía en general".
Obama habló a una audiencia de alrededor de 400 personas en el edificio Ronald Reagan, cerca de la Casa Blanca, y entre los asistentes se encontraban banqueros de Wall Street, personas afectadas por la crisis financiera del 2007-2009 y legisladores.
La semana pasada, el Senado dio su aprobación final a la ley que endurece las normas de juego en Wall Street y a lo largo de la industria financiera, con miras a evitar una repetición de la crisis que sacudió al sector.
Con los republicanos encaminados a lograr una victoria en los comicios legislativos de noviembre, los demócratas buscan demostrar a los votantes que están poniendo condiciones a una industria que arrastró a la economía a su peor recesión en 70 años.
Sin embargo, aún no está claro qué tanto apoyo puede lograr Obama tras su victoria legislativa, ya que los estadounidenses siguen molestos por el elevado desempleo y el abultado déficit fiscal.
La Asociación de Banqueros Estadounidense se mostró decepcionada con la nueva ley, y el presidente de la entidad, Edward Yingling dijo que "contiene un tsunami de nuevas normas y restricciones para los bancos tradicionales que no tienen nada que ver con las causas de la crisis financiera".