El mandatario de EE.UU. le encomendó al Congreso la tarea de buscar una solución ante las estancadas negociaciones de una manera que recuerda a los problemas que en 2011 llevaron al país a quedar cerca de una cesación de pagos de su deuda.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este viernes que mantenía la esperanza de un acuerdo para evitar el denominado "abismo fiscal" tras una reunión con líderes del Congreso, aunque criticó a los legisladores por dejar el problema sin resolver hasta el último minuto.

"La hora para una acción inmediata está aquí", dijo Obama a periodistas en la Casa Blanca. "Soy modestamente optimista de que se pueda alcanzar un acuerdo", agregó.

Obama y los legisladores trabajan para evitar la entrada en vigencia el 1 de enero de una combinación de recortes del gasto público y alzas de impuestos por US$600.000 millones, un golpe que los economistas dicen que podría frenar la recuperación económica y repercutir más allá de las fronteras del país.

El presidente, que ganó su reelección en base a un programa que incluyó una promesa para elevar los impuestos a los estadounidenses de mayores ingresos, dijo que los líderes del Senado trabajaban para delinear una medida bipartidista que podría ganar la aprobación en ambas cámaras del Congreso.

Pero si esos esfuerzos no tuvieran éxito, los legisladores deberían realizar una votación por una medida que "como mínimo" mantendría las actuales tasas impositivas a todos excepto a los estadounidenses de mayores ingresos y extendería los seguros por desempleo, aseguró el mandatario.

Obama le encomendó al Congreso la tarea de buscar una solución ante las estancadas negociaciones de una manera que recuerda a los problemas que en 2011 llevaron al país a quedar cerca de una cesación de pagos de su deuda y que dañó a la recuperación económica.

"Esto es un déjà vu", afirmó Obama.

"Estados Unidos se pregunta por qué es que en esta ciudad no se pueden conseguir las cosas en una agenda organizada", agregó. "Bien, ahora estamos en el último minuto", agregó.

El presidente aseguró que el último estancamiento por el presupuesto estaba una vez más dañando al crecimiento económico.

"Ya se está viendo a las empresas y los consumidores empezando a contenerse debido a la disfunción que ven en Washington", dijo.