El "abismo fiscal" generaría alzas de impuestos y recortes del gasto público a partir de la próxima semana si es que no se alcanza un acuerdo.
Reuters. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, regresará a Washington este jueves para realizar un último esfuerzo que permita alcanzar un acuerdo con el Congreso para evitar, o al menos retrasar, el denominado "abismo fiscal".
El "abismo fiscal" generaría alzas de impuestos y recortes del gasto público a partir de la próxima semana si es que no se alcanza un acuerdo.
Ningún proyecto de ley específico sobre el "abismo fiscal" se encuentra actualmente en el programa del Senado o de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que regresarán este jueves a sus actividades después de las fiestas de Navidad.
Los inversores están siguiendo de cerca las conversaciones y se encuentran preocupados de que si no se alcanza un acuerdo la economía estadounidense podría entrar en una recesión.
Asesores y miembros del Congreso han dicho que el Senado, controlado por los demócratas, podría aprobar una medida de último minuto que evite los recortes de gastos y gran parte de los aumentos de impuestos.
Sin embargo, para que sea aprobado en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, cualquier proyecto de ley que aumente los impuestos sería necesario un inusual voto bipartidista.
Los 191 congresistas demócratas de la Cámara de Representantes tendrían que votar en bloque junto a por lo menos 26 republicanos para obtener una mayoría y aprobar un proyecto de ley que incluya aumentos de impuestos a los estadounidenses más ricos, una de las exigencias clave de Obama.
Algunos de estos 26 votos republicanos que se necesitarían podrían llegar de los 34 congresistas de ese partido que no se presentaron a la reelección o que fueron derrotados en los comicios de noviembre, por lo que ya no tienen que preocuparse de alguna consecuencia política.
Una alternativa podría ser que el Congreso permita un alza de impuestos a todos tal como está programado y luego, durante la primera semana de enero, alcance un acuerdo rápido que los rebaje excepto para los más ricos. Esto sumado a una medida que posponga los recortes de gastos automáticos por US$109.000 millones, algo que la mayoría de los legisladores quiere evitar.
Una vez que el reloj marque la medianoche del 31 de diciembre, el Congreso no tendrá que votar a favor de un aumento de impuestos -ya que los impuestos se incrementarán de forma automática- y la votación estaría encaminada a disminuir las tasas de impuestos para la mayoría de los estadounidenses, con el propósito de que éstas vuelvan a sus niveles del 2012.
Obama y los legisladores del Congreso dejaron el viernes Washington por las fiestas de Navidad, quedando en un limbo las conversaciones para evitar el "abismo fiscal".
Se espera que Obama recurra al líder de la mayoría del Senado Harry Reid, un aliado de confianza del mandatario entre los demócratas, para lograr un acuerdo rápido.
Asesores de la Casa Blanca comenzaron a discutir los detalles de la medidas presupuestarias de fin de año con sus pares demócratas del Senado a principios de esta semana, dijo el lunes un alto funcionario del Gobierno.