Según la OCDE, la economía de Brasil, la mayor de América Latina, se contraería un 4,3% este año y 1,7% en 2017, debido a las incertidumbres políticas y a los continuos casos de corrupción, "que están minando la confianza de los consumidores y de los negocios".
Río de Janeiro. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aseguró hoy que la economía brasileña vive una "recesión profunda", por lo que empeoró sus previsiones de contracción económica para 2016 y 2017.
Según la OCDE, la economía de Brasil, la mayor de América Latina, se contraería un 4,3% este año y 1,7% en 2017, debido a las incertidumbres políticas y a los continuos casos de corrupción, "que están minando la confianza de los consumidores y de los negocios".
La estimación del organismo internacional se divulgó el mismo día en que el gobierno brasileño dio a conocer que el producto interno bruto (PIB) bajó un 0,5% en el primer trimestre, con lo que encadenó su quinto trimestre seguido negativo.
En 2015, la mayor economía de América Latina se contrajo un 3,8%, el peor resultado en 25 años, mientras que si se confirma una nueva caída del PIB este año, será la primera vez en la historia del país sudamericano con dos años negativos seguidos.
De acuerdo con el estudio Perspectivas Económicas de la OCDE, Brasil será el único país de los 44 que forman el informe que tendrá dos años seguidos de contracción y el peor resultado de todos este año, mientras que en 2017 será el único Estado del grupo que registre un crecimiento negativo.
"La recesión profunda en Brasil debe continuar en 2016 y 2017 en un contexto de gran incertidumbre política y revelaciones continuas de casos de corrupción que pesan sobre la confianza de los consumidores y de las empresas, y provocan una disminución persistente de la demanda interna", apuntó.
Las previsiones del organismo son peores que las que proyecta el mercado financiero, que calcula que la economía brasileña se contraerá 3,83% este año y crecerá 0,55% en 2017.
"Mientras la economía se encoje, el desempleo debe aumentar todavía más. La inflación volverá gradualmente a la meta conforme a los efectos del alza de los precios administrados y de la depreciación de la moneda se disipan, y la fragilidad de la economía se expande", señaló.
La entidad apuntó también que las divisiones políticas profundas reducen las oportunidades de hacer reformas políticas a corto plazo, con lo que continuará en aumento la deuda pública y la inestabilidad.
El informe del organismo internacional señala que "una productividad más fuerte será clave para un crecimiento económico sólido a medio plazo" en Brasil.
Recordó además que Brasil perdió casi 2 millones de puestos de trabajo formal en los últimos 12 meses y que el real cayó casi 20% frente al dólar.
Agregó que las quiebras y el endeudamiento subieron, mientras que la confianza de inversores y consumidores cayeron todavía más con la profundización de la incertidumbre política, tras ser apartada del cargo la presidenta Dilma Rousseff el pasado 12 de mayo.
La pérdida de confianza debe traducirse en un menor consumo y en menos inversiones, aunque las exportaciones deben seguir "sólidas" debido a una tasa de cambio más competitiva y nuevas oportunidades de exportación, según el informe.
La recesión prevista en Brasil contrasta con un crecimiento económico de 3% estimado por la OCDE en todo el mundo para el presente año y de 3,3% en 2017, aunque la entidad los calificó de "modestos".