La OCDE advirtió que la deuda bruta gubernamental en los países miembros había alcanzado un nivel sin precedentes por sobre el 100% en el 2011 como resultado de la crisis financiera.
París. Los países desarrollados deben reducir su deuda pública a la mitad de su Producto Interno Bruto (PIB) en las próximas décadas desde los niveles superiores al 100% actuales en algunos casos, dijo este jueves la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
De este modo, llamó a un eventual periodo extenso de desapalancamiento de las deudas nacionales.
"Los países deben reducir sus niveles de deuda hasta alrededor del 50% del PIB o menos para proporcionar un margen de seguridad contra sobresaltos futuros", dijo un estudio de la organización con sede en París.
Japón tiene una deuda pública que supera el 200% del PIB, por lo que tendría que realizar el mayor esfuerzo para cumplir las recomendaciones para mitad del siglo, seguido de Nueva Zelanda, Estados Unidos y Luxemburgo, agregó la OCDE.
La OCDE advirtió que la deuda bruta gubernamental en los países miembros había alcanzado un nivel sin precedentes por sobre el 100% en el 2011 como resultado de la crisis financiera, que ha elevado los costos de los beneficios sociales, reducido la recaudación tributaria y generado costosos rescates financieros en varios países.
Esa cifra ya está bastante por sobre el nivel de deuda del 70% al 80% del PIB que, según estudios académicos, empieza a tener impactos negativos sobre el crecimiento económico.
Japón debería llevar a cabo un ajuste fiscal equivalente a más del 12% del PIB al año para alcanzar la meta del 50% para mediados de siglo, estimó la OCDE. Estados Unidos requeriría un esfuerzo cercano al 10%.
Dado que Grecia, Irlanda, Portugal y España ya están llevando a cabo planes de austeridad, no necesitarían tanto esfuerzo como otras naciones altamente endeudadas si persisten en sus ajustes.
Al otro lado del espectro, Suecia no necesita aplicar ningún ajuste adicional sobre los que ya tiene planeados, mientras que Dinamarca y Suiza tienen que hacer solo mínimos esfuerzos.
En todo caso, la OCDE resaltó que los gastos en salud y en pensiones seguirán subiendo y podrían obligar a los gobiernos a ajustar más sus presupuestos.
La inflación no facilitaría la rebaja de deuda, ya que las reducciones se verían modestas con tasas elevadas de inflación, según la OCDE.
Pese a que los niveles de deuda deben reducirse en casi todos lados, es mejor para el crecimiento que los países no tengan el mismo ritmo de reducción.
"Si se tiene una consolidación fiscal global que es bastante rápida, entonces esto tiende a tener efectos más perjudiciales sobre la demanda", dijo el economista de la OCDE Douglas Sutherland. "Probablemente, escalonar sea mejor", agregó.