De acuerdo al organismo, para lo anterior, se requiere combatir la informalidad, movilizar a los jóvenes que ni estudian ni trabajan y motivar el emprendedurismo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), consideró al presentar un informe en el Senado de México que es necesario que América Latina aproveche su gran población juvenil para avanzar en el desarrollo regional.
De acuerdo al organismo, para lo anterior, se requiere combatir la informalidad, movilizar a los jóvenes que ni estudian ni trabajan y motivar el emprendedurismo.
El jefe de la Unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la OCDE, Angel Melguizo, explicó ante legisladores y otros funcionarios de organismos internacionales que cuatro de cada diez jóvenes en América Latina trabajan en el sector informal o no estudian, ni trabajan, ni se capacitan; en el caso de México, son 45 de cada cien jóvenes.
Comentó que la solución está en políticas correctas de emprendimiento y competencias y habilidades, y se debe apostar a la educación de los jóvenes; dijo que en América Latina existen por lo menos 20 programas de competencias, y los mejores son aquellos que combinan formación en las aulas con prácticas en las empresas, y los que escuchan al sector productivo.
América Latina aún es una región con barreras al emprendimiento, porque es muy complicado que los jóvenes establezcan su propio negocio; sin embargo, en México "es bastante fácil", apuntó.
Melguizo hizo estas declaraciones en el marco de la presentación del informe "Perspectivas económicas de América Latina 2017, Juventud, Competencias y Emprendimiento", publicado de forma conjunta por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), la OCDE y el Banco de Desarrollo de América Latina.
En su momento, la directora representante de CAF en México -Banco de Desarrollo de América Latina- Moira Paz-Estenssoro, subrayó que la región no alcanzará un proceso de desarrollo inclusivo si no se logra invertir, por lo menos, seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en infraestructura.
Dijo que no basta la formalización del empleo, sino que es urgente ofrecer oportunidades, servicios y seguridad a los jóvenes.
En coincidencia, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado mexicano, Angélica Rojas, sostuvo que para aprovechar el potencial de los jóvenes "es necesario brindarles oportunidades que favorezcan una estructura económica, con empleos de calidad y derechos laborales plenos".
Comentó que México tiene tasas altas de deserción escolar y un bajo índice de finalización de ciclos escolares; por lo que, dijo, es indispensable generar políticas públicas con perspectiva de juventud y realizar asociaciones multisectoriales que promuevan sus derechos.
Dijo que es necesario poner atención a las actuales dimensiones de exclusión, como la falta de empleos de calidad, buenos servicios, educación, salud y participación ciudadana canalizada.
De acuerdo con la directora general adjunta del Instituto Mexicano de la Juventud, Berenice Alcalde, en México hay más de 37,5 millones de jóvenes, de entre 12 y 29 años, y de éstos, 16 millones tienen entre 15 y 29 años, es decir, en edad laboral, pero la mayoría en la informalidad.
Refirió que de la población de jóvenes que no estudia ni trabaja en México, más de 80% son mujeres, y se encuentran realizando trabajo que no es remunerado, en el hogar y no son reconocidas, pero no quiere decir que no hagan nada o sean apáticos.
De acuerdo con la OCDE, es necesario elevar el crecimiento económico promedio por encima del 3% anual, así como expandir el potencial del mismo.
Asimismo, el documento resalta que las competencias y habilidades de los jóvenes son la "moneda global del siglo XXI" pero América Latina es la región del mundo con la mayor brecha entre las habilidades demandadas por el sector privado y las ofrecidas por los trabajadores.