La actividad económica estará sostenida en una renovación de confianza entre los consumidores; pronostica que el flujo de remesas y la depreciación del peso también serán motores de la demanda interna.
Ciudad de México. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recortó las expectativas de crecimiento de México para este y el año entrante, el primero de la administración de Andrés Manuel López Obrador, incorporando en su pronóstico el impacto del “relativo endurecimiento de las políticas monetaria y fiscal” y de la incertidumbre en la inversión respecto al acuerdo comercial con Estados Unidos.
En su actualización de expectativas, incluida en el Interim Economic Report, la OCDE redujo en 3 décimas de punto su pronóstico para el Producto Interno Bruto (PIB) para el 2018, ubicándolo ahora con una tasa de 2,2%.
Con este ajuste, el pronóstico de la OCDE se encuentra en línea con el consenso del mercado recabado al iniciar el mes por la consultoría internacional FocusEconomics, que está también en 2,2%, y se despega del que actualizó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en julio, al mantenerlo en 2,3% para este año.
Para el año entrante, la OCDE ve “un avance moderado” en la actividad económica mexicana que llevaría la tasa del PIB a 2,5%. Esta previsión contrasta con 2,8% que estimaba el organismo todavía en mayo.
Reconocen que la actividad mexicana estará sostenida en una renovación de confianza entre los consumidores, resultado de las elecciones de julio.
Además, pronostica que el sólido flujo de remesas y la depreciación del peso también serán motores de la demanda interna.
De acuerdo con el sumario del documento, liberado en avanzada por la entidad, México padeció el recorte de expectativas, junto con otras 11 economías del G20, que se verán afectadas por “una alta incertidumbre”.
Las economías que sufrieron recorte de pronósticos para el 2018 son, además de México, la eurozona, Alemania, Francia, Italia, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido, Argentina, Brasil, Indonesia y Sudáfrica.