China, que el sábado reconoció que enfrenta retos difíciles, pero dijo que mantendría crecimiento económico de, al menos, un 6,5% de media durante los próximos cinco años, mientras trata de crear más puestos de trabajo y reestructurar las empresas estatales.
Pekin. La economía de China no se dirige hacia un aterrizaje forzoso, ni está lastrando a la economía mundial, dijo el domingo el máximo órgano de planificación económica de China, pero la incertidumbre y la inestabilidad en la economía mundial suponen un riesgo para el crecimiento del país.
China, que el sábado reconoció que enfrenta retos difíciles, pero dijo que mantendría crecimiento económico de, al menos, un 6,5 por ciento de media durante los próximos cinco años, mientras trata de crear más puestos de trabajo y reestructurar las empresas estatales.
"China absolutamente no experimentará un aterrizaje duro", dijo Xu Shaoshi, titular de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CEDR), a periodistas en una sesión informativa. "Estas predicciones de un aterrizaje forzoso no llegarán a nada".
La economía china creció un 6,9 por ciento en 2015. Aunque la es la más lenta en un cuarto de siglo, el ritmo todavía es relativamente importante entre las principales economías, explica Pekín. China ha establecido un objetivo de crecimiento del 6,5 por ciento al 7 por ciento para este año.
El estado de la segunda economía más grande del mundo y la capacidad de Pekín para gestionarla fueron puntos clave de conversación en un grupo de 20 ministros de Finanzas y banqueros centrales en Shangai el mes pasado.
Li Keqiang dice que China tiene la confianza para gestionar el entorno complejo tanto en el país como en el extranjero mientras mantiene el empuje reformista.
"En general, creo que la economía de China se ha comportado de forma razonable (desde 2015)," dijo Xu, añadiendo que la economía china no debe ser vista a través de las perspectivas tradicionales.
"En primer lugar, debemos mirar desde el ángulo que la economía ha entrado en un periodo de 'nueva normalidad'", dijo, en el que las tasas de crecimiento han cambiado y los motores de crecimiento de la economía están cambiando a los servicios desde la inversión.
Pekín ha alertado de importantes pérdidas de empleo en las hinchadas industrias del carbón y de acero del país. Pero los planes para reducir el exceso de capacidad industrial eran poco probable que resulte en despidos a gran escala, dijo Xu.
El crecimiento económico va a crear más puestos de trabajo y ayudar a compensar el efecto de las reducciones de capacidad, dijo.
China también planea lanzar varios programas piloto de titularidad mixta en los sectores de petróleo, gas natural y ferrocarril, dijo Xu, que forma parte de las reformas más trascendentales de su amplio e ineficiente sector público ineficaz en dos décadas.
En septiembre del año pasado, China emitió una guía sobre la reforma de las empresas estatales, incluyendo la introducción de la llamada propiedad mixta de estas sociedades.
China tiene cerca de 150.000 empresas de propiedad estatal, que gestiona más de 100 billones de yuanes en activos y emplean a más de 30 millones de personas, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
No obstante, la economía mundial plantea desafíos a China este año, dijo Xu.
"En primer lugar, se espera que la lenta recuperación y las bajas tasas de crecimiento en la economía mundial continuarán durante un período de tiempo", dijo. "Además, no podemos pasar por alto los riesgos de inestabilidad de los mercados financieros (globales), la caída de los precios de los productos básicos y los riesgos de la geopolítica".