El acelerado crecimiento de la deuda, alzas en tasas de interés y volatilidad en el tipo de cambio presionaron el incremento de este pago; el margen de maniobra sobre el gasto público disminuye.
En el primer mes del año el gobierno federal gastó más en el pago de intereses que genera por endeudarse, que en inversión física destinada al mantenimiento y a la creación de obra pública.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al costo financiero de la deuda se destinaron 54,079 millones de pesos, lo que significó 54% más respecto a enero del 2016.
Es el incremento más alto que se haya visto desde el 2009, como efecto de la crisis financiera, cuando se observó un aumento del costo financiero por 69.4%, en el primer mes.
En tanto, al gasto en inversión se gastaron 52.375 millones de pesos, que representó una reducción anual y real de 3.1%. Es decir, se destinaron 1,704 millones de pesos más al pago de intereses de la deuda que al gasto en inversión.
El sector de comunicaciones y transportes registró una de las mayores reducciones en el gasto de inversión física, con 56.4%, respecto del 2016, con lo que sólo se designaron 1,672 millones de pesos.
Presiona alto endeudamiento y alza en tasas. Expertos comentaron que el incremento del costo financiero se debió principalmente a que el gobierno ha aumentado de manera acelerada la deuda del país; también influyeron las recientes alzas en las tasas de interés por parte del Banco de México y la volatilidad en el tipo de cambio.
“El pago de intereses sólo refleja el costo del gobierno de endeudarse improductivamente; es decir, el endeudamiento de los últimos años junto con la deuda acumulada ya representan un gasto que se irá incrementando por el alza en las tasas de interés”, expuso José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.
Refirió que desde que inició la actual administración se ha observado un importante costo de oportunidad, pues en lugar de dirigir estos recursos a sectores productivos, se está utilizando para pagar los intereses de la deuda. “Ha sido una incorrecta estrategia de endeudamiento que no genera crecimiento y que hoy castiga al gasto en la parte más productiva”.
James Salazar, analista económico de CIBanco, indicó que la situación puede complicarse en el sentido de que la Reserva Federal también empiece a incrementar la tasa de referencia, ya que ello se traduciría en que en México siga aumentando y esto se refleje en el costo financiero de la deuda.
“Otra complicación es que Hacienda redujo su expectativa de crecimiento; mientras que su presupuesto está basado en un avance promedio de 2.5 por ciento. Entonces, hay que ver si el presupuesto que se le asignó a este rubro será suficiente y si logrará realmente reducir su nivel de endeudamiento”.
Se seguirá impulsando la inversión: Meade. José Antonio Meade, secretario de Hacienda, dijo que se están buscando las medidas necesarias para reactivar las inversiones y fomentar el empleo ante un entorno económico complejo.
“Sería un error posponer las inversiones en México. Nuestro país ofrece un enorme potencial, y no solamente por la expectativa de tener un acuerdo sensible, sino por la necesidad de permanecer como una economía competitiva y como una plataforma atractiva”, expuso durante su participación en la 25 Reunión Plenaria de Consejeros Consultivos de CitiBanamex.
Recordó que dentro del paquete de acciones que el gobierno impulsa se encuentra la modernización de carreteras y el aprovechamiento de activos del Fondo Nacional de Infraestructura, la capitalización de la banca de desarrollo y la infraestructura bajo el esquema de asociaciones público-privadas.
Se debe esperar hasta el primer trimestre. Felix Boni, director de análisis de HR Ratings, mencionó que si bien es preocupante el incremento del costo financiero del país, se debe esperar hasta el primer trimestre del año para determinar escenarios que puedan ser alarmantes, pues posiblemente el peso se recupere y se reduzca la volatilidad.
“El incremento en las tasas de referencia para el bono M —en que se encuentra colocada una gran parte de la deuda externa— no tiene un impacto en la parte histórica, pero, si colocas nueva deuda, sí afectas, hay que cuidar eso”, apuntó el director.
En enero de este año el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público —la medida más amplia de la deuda— se ubicó en 9.9 billones de pesos, que significó un incremento de 1.02 billones de pesos, respecto de lo que se registró en enero del 2016.