El fortalecimiento del papel del Fondo Monetario Internacional podría agregar peso global al esfuerzo de Estados Unidos para persuadir a China de una mayor apreciación de su moneda.
Washington. Estados Unidos encabezó una iniciativa este sábado para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) asuma un papel más asertivo en el arbitraje de disputas sobre divisas y garantice que las políticas económicas nacionales no afecten al crecimiento global.
El fortalecimiento del rol del FMI podría agregar peso global al esfuerzo de Estados Unidos para persuadir a China de una mayor apreciación de su moneda. Pero no estaba claro cuánto apoyo está cosechando la propuesta.
Las divisas se han convertido en un tema candente mientras los países buscan afianzar una frágil recuperación económica, en particular en economías avanzadas, que ha llevado a un débil dólar estadounidense y un gran flujo de dinero en efectivo de inversor hacia mercados emergentes de crecimiento más rápido.
"El FMI debe fortalecer su supervisión de las políticas cambiarias y prácticas de acumulación de reservas", dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, en un comunicado al FMI.
El FMI ya realiza revisiones económicas anuales de la mayoría de sus 187 países miembros y reporta sobre un rango de asuntos incluyendo movimientos cambiarios, políticas monetarias y fiscales.
El organismo está considerando dar más peso a su supervisión económica de las cinco potencias clave - Estados Unidos, zona euro, China, Japón y Gran Bretaña - divulgando los reportes de forma simultánea para evaluar mejor si sus políticas podrían tener consecuencias imprevistas para otros países.
Sin embargo, Gran Bretaña echó agua fría sobre este enfoque. "Suena como si alguien estuviera haciendo sólo (las revisiones regulares del FMI) al mismo tiempo", dijo un funcionario británico.
China dijo que las tensiones monetarias deberían resolverse con el tiempo mientras se fortalece el crecimiento económico.
Debilidad en Coordinación. El Grupo de las 20 (G-20) naciones ricas y emergentes ya encargó al fondo evaluar si las políticas nacionales se enlazan.
Algunos líderes quieren que ambos, el Fondo y el G-20, expresen su enfoque con mayor firmeza cuando detecten potenciales problemas, ya sean temas monetarios u otras políticas.
Christine Lagarde, ministra de Economía de Francia, que preside el G-20 el año próximo, dijo que la creciente frecuencia de crisis financieras muestra debilidad en la coordinación de políticas económicas, especialmente en el tipo de cambio.
"Trabajar más parece necesario y el FMI podría hacer una contribución decisiva", dijo Lagarde y agregó que "hay una necesidad de promover un diálogo sobre asuntos cambiarios mientras se sigue adelante con el trabajo actual de coordinación de políticas macroeconómicas dentro del G-20".
El ministro de Finanzas japonés, Yoshihiko Noda, afirmó que explicó los fundamentos detrás de la intervención de su país el mes pasado, destinada a frenar el ascenso del yen, una medida en solitario que provocó críticas de Europa y otros países.
"No discutimos nada sobre el futuro, pero creo que ganamos comprensión de nuestra postura básica", dijo Noda la noche del viernes después de una cena de líderes de Finanzas del G7.
El FMi tiene antecedentes mixtos a la hora de identificar los inicios de una crisis y lograr que los países cambien sus políticas antes de que sea demasiado tarde.
Algunos críticos argumentan que el organismo no podrá ser una voz respetada en la economía global hasta que todos sus miembros sientan que sus posturas son escuchadas a nivel de políticas globales.