El repunte económico del año pasado (15%) fue determinante en el aumento de la demanda por los giros, afirmó Luis Campos, miembro del directorio del Banco Central del Paraguay.
El directivo explicó que el efecto del fuerte crecimiento económico (15%) que experimentó el Paraguay en el último año presionó en una mayor circulación de billetes de todas las denominaciones y reconoció que la carencia obedece a una falta de previsión por parte del banco respecto a ese crecimiento.
El producto interno bruto (PIB) en el último año fue de US$17.791 millones, frente a US$15.538 millones de 2009, lo que significa unos US$2.253 millones más, que al cambio actual representan unos 9,05 billones de guaraníes más que están circulando. Ese crecimiento demandó una mayor cantidad de billetes y monedas en el mercado. Es importante señalar que la previsión del Gobierno sobre el crecimiento del PIB a comienzo de 2010 fue del 4,5%, luego levantó a 6%, después a 9% para, finalmente, cerrar con un crecimiento del 15%, mucho más de lo estimado inicialmente por el BCP.
Presión sobre las demás denominaciones
Según Campos, la llegada de la nueva partida de billetes de G. 5.000 y G. 10.000 restará también presión a la escasez de las demás denominaciones, incluidas las monedas. Según explicó, al escasear las denominaciones de 5.000 y 10.000 guaraníes, el BCP se vio obligado a lanzar también más denominaciones de 20.000 guaraníes y más monedas de 1.000, 500 y 50 guaraníes de las que habitualmente se suele emitir, con la intención de satisfacer la demanda de sencillos en el mercado.
Solo en el primer trimestre de este año, la banca matriz emitió 30.120.000 monedas de las distintas denominaciones, que duplica a la cantidad que se puso en circulación en todo 2010, unas 15.158.010 unidades.
Sin embargo, con la reposición de los billetes de 5.000 y 10.000, espera que la presión sobre las demás denominaciones también se reduzca.