En este grupo de deudores se encuentran Líneas Aéreas Paraguayas (LAP), la Flota Mercante del Estado, la Industria Nacional del Cemento (INC), la Administración Paraguaya de Alcoholes y Essap, ex Corporación de Obras Sanitarias (Corposana).
De acuerdo con el balance de la banca matriz cerrado en mayo último, el Gobierno Central debía G. 2,52 billones a la institución. En ese rubro incluye las deudas del Ministerio de Hacienda, Ministerio de Agricultura y Ganadería, Ministerio de Defensa y de la Municipalidad de Ciudad del Este.
Otras deudas del sector público con la banca matriz totalizan G. 480 mil millones, que comprenden las de entidades públicas absorbidas antes de la vigencia de la carta orgánica del BCP, Ley 489/95.
En este grupo de deudores se encuentran Líneas Aéreas Paraguayas (LAP), la Flota Mercante del Estado, la Industria Nacional del Cemento (INC), la Administración Paraguaya de Alcoholes y Essap, ex Corporación de Obras Sanitarias (Corposana).
Finalmente, los créditos al sector público financiero dejaron un saldo en el balance de la banca matriz de G. 207 mil millones. Estas deudas corresponden a créditos otorgados al Banco Nacional de Trabajadores (BNT), Consejo Nacional de la Vivienda y el Fondo Ganadero. Según antecedentes, antes de la aprobación de la ley orgánica del BCP, cada vez que el Gobierno central requería de dinero para el pago de deudas recurría a la entidad monetaria para su cobertura. Esto fue prohibido por la actual Ley 489/95, la cual solo permite dar adelantos presupuestarios, que deben ser cubiertos en el transcurso del mismo ejercicio fiscal .
Ley de capitalización. Estas deudas están contempladas en la vigente ley 3974/10, de capitalización, que aprobó el Congreso hace más de un año, pero hasta hoy sigue sin reglamentación, por lo cual el Banco aún no recibió los bonos correspondientes, situación que debe resolverse en el corto plazo, según técnicos.
Esos instrumentos serán utilizados en la capitalización del BCP, que ahora está con un déficit de US$ 352 millones en su patrimonio y, paralelamente, servirán para la cancelación de la deuda interna histórica de entes públicos y privados.
“Tenemos un problema muy serio con estos casos, porque en el corto tiempo tal vez no tengamos el ingreso suficiente para sostener el funcionamiento del Banco Central”, advirtió Benigno López, miembro del directorio del ente emisor.