“Un salario mínimo obligatorio “beneficia” a poca gente y perjudica a muchísimos que no están en el sistema previsional y del actual esquema salarial señaló Carlos Jorge Biedermann titular de la Cámara de Anunciantes del Paraguay.
Los trabajadores deben ganar salarios que guarden relación con su productividad y no limitarlos a un salario mínimo que muchas veces es aprovechado por empresarios inescrupulosos para no pagar lo que la gente realmente merece, señaló el titular de la Cámara de Anunciantes del Paraguay, Carlos Jorge Biedermann. Está pendiente una decisión del Ejecutivo sobre un nuevo ajuste del mínimo.
Biedermann señaló que la gente que se capacita, que trabaja bien, que es leal con su empresa, gana más, y siempre tiene la posibilidad de ir mejorando. “Un salario mínimo obligatorio “beneficia” a poca gente y perjudica a muchísimos que no están en el sistema previsional y del actual esquema salarial, causando un inmediato efecto inflacionario que erosiona el valor del dinero y hace que todos los productos cuesten más”, afirmó el dirigente.
Añadió que especialmente en países como los nuestros, donde hay poca gente capacitada, esto debería verse como una gran oportunidad, ya que la gente que quiere trabajar, que está bien preparada, actualizada, especializada, siempre tiene la oportunidad de conseguir buenas opciones laborales, en empresas formales que privilegian a su fuerza laboral.
Advirtió que la gente que no esta suficientemente preparada es la que lamentablemente está expuesta a los especuladores que, sin dudas, se aprovechan y se aprovecharán de las necesidades o debilidades de los trabajadores, subcontratando, incumpliendo las reglamentaciones laborales o de la seguridad social, perjudicando también a las empresas formales que sí cumplen y compiten en un mismo escenario en desigualdad de condiciones. “La gente debe percibir salarios o sueldos por lo que vale, por lo que produce, por lo que sabe, por el valor agregado que su trabajo brinda a la empresa; esto es fundamental en la ética empresarial y en la ética de las relaciones laborales”, enfatizó Biedermann.
Decisión. Cabe recordar que está pendiente la decisión del Poder Ejecutivo de ajustar o no el salario mínimo legal solicitado por el sector sindical. El “mínimo vital” vigente es de G. 1.507.484, fijado el año pasado para evitar una huelga obrera. En aquel entonces las centrales obreras acusaban a Lugo de haber engañado a la clase trabajadora con falsas promesas de aumentos trimestrales.
Por su parte, el sector empresarial solicitó la semana pasada al presidente Fernando Lugo que el aumento del salario mínimo no supere el 10% y que en lo posible se dé en dos etapas.