Los 2.600 líderes políticos y empresariales que asisten al foro de Davos se reúnen en un ambiente de mayor confianza del mercado, gracias a las señales de que la zona euro podría evitar la recesión.
Davos. En la cita anual del Foro Económico Mundial de Davos existe una palpable sensación de esperanza en que la zona euro está alejándose del borde de la catástrofe, pero los líderes empresariales dicen que los problemas de Europa siguen frenando la recuperación mundial.
Una estrategia de crecimiento es el ingrediente que falta en el cóctel de políticas que los líderes de la zona euro están mezclando para salvar al bloque de la moneda única de la
ruptura. Sin recuperación económica, la reelección será difícil para los presidentes de Europa y de fuera de ella este año.
Los 2.600 líderes políticos y empresariales que asisten al foro de Davos de cinco días se reúnen en un ambiente de mayor confianza del mercado gracias a las señales de que la zona euro
podría evitar la recesión y de que se está relajando la intensa presión del mercado sobre Italia y España.
Grecia se aferra a la esperanza de un acuerdo de canje de bonos para evitar una cesación de pagos más extrema, aunque el acuerdo dista de estar garantizado.
Pero los mercados parecen relativamente despreocupados ante la perspectiva de un impago griego forzoso, y ven cada vez más el problema como un hecho aislado con respecto a los acontecimientos de otros regiones de la zona euro.
"Hay una creciente sensación de que Grecia es diferente de los demás y que el contagio a otros podría estar contenido", dijo Giles Keating, jefe de investigación de banca privada de Credit Suisse, antes del primer día completo del foro, este miércoles. "Hay una sensación de voluntad política y capacidad mecánica para hacerlo," agregó.
Los mercados han subido ante las señales prometedoras de Europa -el índice mundial de acciones MSCI se ha elevado alrededor de un 5% en lo que va del año-, pero este alza parece estar perdiendo fuerza y esconde preocupaciones subyacentes sobre el crecimiento.
Sólo el 40% de los altos ejecutivos de todo el mundo tienen "mucha confianza" en un crecimiento de los ingresos de sus compañías en los próximos 12 meses, por debajo del 48% del 2011, según un sondeo de PricewaterhouseCoopers (PwC) a 1.258 presidentes ejecutivos conocido este martes.
El ex secretario del Tesoro de Estados Unidos Lawrence Summers escribió en una columna en Reuters esta semana que "la ansiedad sobre el futuro sigue siendo un motor importante de los
resultados económicos".
Esa sensación se repite entre la comunidad de inversión estadounidense. Parte del problema del crecimiento es que Alemania insiste en que otros estados de la zona euro deben llevar a cabo el tipo de reformas estructurales que le ayudaron a recuperar competitividad en la última década, pese al riesgo de enviar a las economías más débiles a una espiral deflacionaria.
"Para superar la crisis, no hay otra manera que la estricta consolidación y las reformas estructurales en los estados miembros", dijo el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, en
la noche de este martes.