El subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, sostuvo que "estos eventos devastadores ya no son problemas distantes. El lobo está en la puerta".
Washington, Reuters. El Pentágono tendrá que colocar a cientos de miles de trabajadores bajo licencia sin sueldo, reducir el mantenimiento de barcos y aviones y disminuir los entrenamientos si entran en vigor en dos semanas unos programados recortes de gastos por US$46.000 millones, dijo este martes el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter.
Testificando ante el Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense, Carter instó al Congreso a retrasar los amplios recortes automáticos.
"Estos eventos devastadores ya no son problemas distantes. El lobo está en la puerta", declaró.
Sostuvo que el aparato militar estadounidense enfrentó una crisis de preparación a fin de año debido a los recortes por US$46.000 millones y por el fracaso del Congreso a la hora de conseguir un financiamiento apropiado para Defensa en el año fiscal 2013.
Carter testificaba junto a los jefes de servicios militares y al contralor del Pentágono.
El Pentágono, que se encuentra en el quinto mes de su año fiscal 2013, está operando bajo una resolución continua que ha mantenido su presupuesto base a niveles del 2012. Aunque el financiamiento es aproximadamente el mismo, el dinero está en las cuentas erradas.
Carter dijo a los legisladores que como resultado de los problemas financieros convergentes, el Pentágono enfrenta un déficit de US$35.000 millones en sus cuentas de operaciones y mantenimiento que tendrá que compensar en los siete meses remanentes del año fiscal.
"En el corto plazo, estas reducciones crearían una crisis inmediata en la preparación militar", sostuvo Carter.
El problema es un legado de una disputa del 2011 entre el presidente Barack Obama y los republicanos en el Congreso sobre el aumento del límite de deuda del país. Los republicanos, descontentos con el déficit de la nación, querían compensar cualquier incremento en el límite de endeudamiento con recortes al gasto del Gobierno.
Menor preparación. Carter dijo que si tienen lugar los recortes presupuestarios por US$46.000 millones el 1 de marzo, como está contemplado actualmente, el Departamento de Defensa tendrá que:
-- Dejar a la mayoría de sus 800.000 empleados civiles con licencia no pagada por un día a la semana durante 22 semanas, lo que podría generar un ahorro de entre US$4.000 y US$5.000 millones;
-- Recortar el entrenamiento del Ejército y el mantenimiento de unidades que no tengan programado desplegarse en Afganistán, lo que podría dejar a alrededor de dos tercios de unidades en servicio activo operando con una preparación reducida;
-- Reducir agudamente las horas de vuelo de la Fuerza Aérea y el financiamiento para el mantenimiento de los sistemas de armas en alrededor de un 30%, lo que dejaría a la mayoría de las unidades voladoras por debajo de los estándares de preparación hacia el fin del año fiscal;
-- Reducir las operaciones marítimas de la Armada y de los marines, incluyendo operaciones de barcos y aviones en la región Asia-Pacífico en cerca de un tercio;
-- Cancelar el trabajo de mantenimiento de barcos y aviones de la Armada en el tercer y cuarto trimestre, lo que afectaría a 25 embarcaciones y 470 aeronaves.
El Pentágono tendría que recortar su gasto en el desarrollo de armas y otros sistemas en cerca de un 9% por programa, una medida que Carter dijo que "interrumpirá programas, aumentara costos por unidad y dañará la industria de la defensa".
La medida afectaría a los subcontratistas, muchos de ellos pequeños negocios que no tienen la estructura de capital para soportar la agitación y la incertidumbre, sostuvo.