Guatemala es el segundo país en América Latina que más recibe remesas familiares, posicionándose en el segundo lugar después de México.
Miles de guatemaltecos reciben remesas familiares de parientes que residen en el extranjero, quienes les envían un aporte mensual como apoyo a sus seres queridos que dejaron con el propósito de mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo, la tendencia persiste al utilizarlas para consumo diario y no así para inversión o ahorro.
Guatemala es el segundo país en América Latina que más recibe remesas familiares, posicionándose en el segundo lugar después de México. Los ingresos por estas divisas cerraron en el 2014 en US$5 mil 544 millones cifra superior al 2013, lo que representa un ingreso sostenido en la última década y representan aproximadamente el 15% del Producto Interno Bruto (PIB).
Las remesas tienen un papel muy importante en la economía de los hogares. Un estudio del Banco Mundial muestra que transferencias privadas como las remeses constituyen en promedio a nivel regional "cerca del 10% del ingreso total de los hogares". Este promedio depende mucho de la dimensión de la economía en cuestión.
En Latinoamérica, México es el país que más remesas recibe, seguido por Guatemala (US$5.554 millones), República Dominicana (US$4.571 millones), El Salvador (US$4.217 millones) y Colombia (US$4.093 millones).
Alejandra Gordillo, Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (CONAMIGUA), comentó que la mayoría de guatemaltecos que reciben remesas lo orientan al consumo y la construcción, porque la primera causa de migración son el cambio de condiciones de vida, la segunda es la construcción de vivienda y la tercera reunificación familiar.
"El tema de la construcción de vivienda es importante, existen diferentes clases de viviendas en departamentos de Occidente, San Marcos y Huehuetenango, donde las áreas de construcciones son grandes. Sin embargo, el envío de dinero sigue siendo un tema de subsistencia de consumo diario, para estudios, alimentación. Se han hecho esfuerzos por impartir pláticas y seminarios de cómo poder redireccionar las remesas en el desarrollo local pero aún se necesita varios factores para que se llegue a consolidar", dijo la funcionaria.
Gordillo agregó que existe un espejismo de que las cantidades de dinero que se reciben son altas, pero es por la cantidad de personas que están allá enviando remesas, "pero que a veces se reduce a Q200 al envío de remesas, no es una cantidad que las personas digan que pueden invertir, es un tema de una percepción equivocada de cuánto manda a la familia la persona", resaltó.