De los 8.6 millones de personas que aportan al sistema previsional privado, solo 3 millones cotizan de manera regular, lo que deriva en una baja pensión, asegura el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima.
Lima. El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) identificó que el 49,8% de la población económicamente activa (PEA) del Perú no está afiliado a ningún sistema de pensiones.
Esto significa que alrededor de 8,5 millones de trabajadores -al cumplir los 65 años- no tendrían cómo financiar su vejez, invalidez o sobrevivencia.
En el 2018 el número de afiliados en el sistema de pensiones fue de 8,64 millones, lo que representa el 50,2% de la PEA, siendo el sistema privados de pensiones (SPP)- formado por cuatro Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP)- el que concentra el mayor número de aportantes con 7,06 millones.
En tanto, en el Sistema Nacional de Pensiones (SNP) que tiene a la Oficina de Normalización Previsional (ONP), la cifra llega a 1,58 millones de afiliados.
Según la CCL, el sistema previsional peruano, tanto en el sector privado como público, ofrece a sus afiliados bajas pensiones que distan de otras economías desarrolladas. Por ejemplo, la pensión máxima en el sistema previsional público es de S/857 (US$258) y la mínima de S/415 (US$125), el cual exige el aporte mínimo de 20 años además de haber cumplido 65 años de edad.
En el SPP, la pensión promedio de jubilación es de S/1.037 (US$312). Estoo se debe a que, pese al alto número de aportantes, los trabajadores que cotizan representan una cifra menor.
"Es decir que los trabajadores que efectivamente aportan mes a mes no superan los 3 millones, con lo cual su pensión de jubilación tiende a ser baja. Según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), el número de cotizantes apenas alcanza el 18,1% de la PEA”, señaló César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP-CCL.
Una menor pensión se debe también a la presencia de trabajadores que realizan cotizaciones esporádicas, quienes superan los 4 millones y tienen menores ingresos. Y, no menos importante, es cómo hacer para que los trabajadores informales (74%) aporten a un sistema de pensiones.
Otro tema que también afecta al sistema de pensiones es la entrada en vigencia de la ley que permite el retiro de hasta el 95,5% del fondo de pensiones. Ello llevó a que muchas personas, tras encontrarse desempleadas por un año, se acogieran al Régimen de Jubilación Anticipada (REJA), disminuyendo así la edad efectiva de jubilación a 59 años.
En este contexto, el economista afirmó que “se necesitan reformas efectivas que reajusten el sistema previsional, considerando las bajas pensiones y cobertura del sistema actual”.
Añadió que, paralelamente, se debe buscar la manera de cómo aumentar la productividad empresarial y laboral en el país para generar mayor empleo, a la par con ingresos más altos, a fin de propender en el mediano-largo plazo alcanzar niveles similares a países desarrollados como Holanda y Dinamarca, economías con mejores sistemas de pensiones a nivel global.
“Estos países cuentan con una alta presión tributaria, de 38,8% y 46,4% del PIB, respectivamente, siendo su economía informal apenas el 10,8% y 18,6% del PBI, muy contrario a Perú que cuenta con una presión tributaria de apenas 14,5% y una economía informal que alcanza el 52,4% del PIB”, anotó César Peñaranda.