Los instrumentos fueron dos nuevos "bonos sostenibles": uno por US$ 2.250 millones con vencimiento a 12 años y otro por US$ 1.000 millones a 50 años. El tercero fue por US$ 750 millones en una reapertura de bonos soberano del 2051.
Perú colocó bonos por US$ 4.000 millones con gran demanda de los inversionistas, dijo este jueves el gobierno, en su primera transacción desde que Fitch redujo recientemente la calificación del país minero desde la llegada al poder del presidente izquierdista Pedro Castillo.
Los instrumentos fueron dos nuevos "bonos sostenibles": uno por US$ 2.250 millones con vencimiento a 12 años y otro por US$ 1.000 millones a 50 años. El tercero fue por US$ 750 millones en una reapertura de bonos soberano del 2051, dijo el viceministro de Economía, Álex Contreras.
Las tasas cupones fueron de 3,0% para el bono a 12 años, de 3,60% para el de 50 años y de 3,55% para el bono 2051; cerrando con un margen (spread) sobre el Tesoro de Estados Unidos de 150, 180 y 150 puntos básicos, respectivamente, precisó.
La oferta generó una demanda de unos US$ 10.000 millones, y los títulos a 12 años atrajeron alrededor de US$ 6.000 millones en pedidos, según fuentes del mercado, informó IFR, un servicio financiero de Refinitiv.
"La demanda ha sido casi tres veces la oferta y eso que hubo una revisión reciente en la calificación crediticia", afirmó Contreras a Reuters por teléfono. "Esto revela que la mejor calificación la da el mercado y Perú sigue siendo uno de los países de más bajo riesgo en la región", agregó.
A mediados de octubre, Fitch rebajó la calificación de deuda peruana en moneda extranjera a largo plazo a BBB desde BBB+, citando que las perspectivas económicas del país andino y de inversión a mediano plazo de Perú se han debilitado como resultado de la volatilidad política en los últimos años.
Asimismo, Moody's rebajó la nota del soberano en septiembre a Baa1 desde A3 por un "entorno político fracturado" en Perú y Standard & Poor's revisó de estable a negativa la perspectiva de la calificación del país en cuanto a la deuda de largo plazo.
Prueba de fuego. La operación marcó la primera salida a los mercados bajo la presidencia de Castillo, que asumió el poder a fines de julio asustando a los inversionistas tras amenazas de un mayor rol del Estado a la economía, aunque luego moderó su discurso.
"Había dudas razonables sobre la orientación de la nueva administración, pero creo que con la gira que hizo Castillo (en septiembre a Estados Unidos) las dudas se disiparon; por eso hemos tenido una transacción exitosa", manifestó Contreras.
La última vez que Perú colocó bonos soberanos fue en marzo de este año, cuando ofertó también US$ 4.000 millones, antes de las elecciones presidenciales de abril.
Contreras dijo que un 70% de los inversionistas que adquirieron los bonos fueron de Estados Unidos y Latinoamérica y el resto de Europa del Este y África. Los inversores esperan que la economía del segundo mayor productor mundial de cobre se beneficie de los altos precios de las materias primas.
El funcionario dijo que hasta un 90% de los bonos peruanos colocados financiarán las necesidades del presupuesto del 2022.
"El crecimiento de Perú será mejor que el del resto de la región latinoamericana y, si bien la inflación es alta, superior al 5%, está en línea con otros países y es probable que las tasas más altas lo mantengan bajo control", dijo Jim Barrineau, director de deuda de mercados emergentes de Schroders.
"La estabilidad política después de un comienzo difícil para el nuevo presidente ayudará a la confianza", agregó.
Los líderes de la operación fueron BNP Paribas, Bank of America, JP Morgan y Morgan Stanley, dijo el reporte de IFR.