El Ministerio de Economía dijo en un reporte de proyecciones publicado en la página web del diario oficial El Peruano que la economía del tercer productor mundial de cobre crecería este año un 4,0% y un 4,8% el próximo año.
Lima. Perú elevó el domingo su estimación de crecimiento económico para 2016 y 2017 ante el continuo empuje del clave sector minero, una mayor inversión en infraestructura y la confianza empresarial en el Gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski.
El Ministerio de Economía dijo en un reporte de proyecciones publicado en la página web del diario oficial El Peruano que la economía del tercer productor mundial de cobre crecería este año un 4,0 por ciento y un 4,8 por ciento el próximo año.
Las cifras se comparan con el 3,8 por ciento y el 4,6 por ciento, respectivamente, estimados en abril durante el Gobierno anterior.
El crecimiento de este año será "impulsado por una mayor producción minera (de un 20,1 por ciento) y una política fiscal moderadamente expansiva, vía inversión pública. Sin embargo, esta recuperación económica es aún muy inestable", afirmó el ministerio en su Marco Macroeconómico Multianual.
El Gobierno dijo en su reporte que la inversión privada, variable clave para asegurar un alto y sostenido crecimiento, viene cayendo por tres años consecutivos, mientras que el empleo formal se mantiene prácticamente estancado.
Sin embargo, para el 2017 se espera una recuperación de 5,0 por ciento de la inversión privada ante un "rebote en la confianza empresarial", los anuncios de medidas de destrabe de los grandes proyectos y una mejora "del entorno de negocios que está llevando a cabo la presente administración", afirmó.
El ministerio dijo que en el mediano plazo, en un escenario sin reformas y en un contexto internacional de lento dinamismo, el crecimiento potencial de la economía convergería a un 4,0 por ciento real, muy por debajo del promedio de 6,4 por ciento la década pasada en medio de un auge en los precios de las metales.
Respecto al resultado fiscal, el ministerio señaló que se espera para el cierre del año un déficit fiscal de 3,0 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), mayor al 2,5 por ciento previsto anteriormente, debido a devoluciones de impuestos a exportadores y mayor inversión pública.
En el mes de julio, el déficit fiscal -el mayor dolor de cabeza del Gobierno del ex presidente Ollanta Humala- se ubicó en 3,3 por ciento, el más abultado en los últimos 16 años.
Para el próximo año se espera que el déficit fiscal se reduzca a un 2,5 por ciento y a un 2,3 por ciento en el 2018.
La semana pasada, el Gobierno aseguró que cumplirá con las metas fiscales con o sin los poderes especiales que planea pedir al Congreso dominado por la oposición, en busca de una serie de reformas para impulsar la economía.
Para financiar el déficit fiscal, el Gobierno espera emitir bonos en moneda local en lugar de un préstamo contingente de 2.500 millones de dólares ya concertado con el Banco Mundial.