Así lo advierte Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer para México, quien detalla que por cada US$10 que cae el precio de la mezcla mexicana los ingresos públicos pierden el equivalente a 0,2 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
Si persiste la trayectoria a la baja en el precio del petróleo se ampliaría el déficit de las finanzas públicas y se sentaría un mal precedente para la aplicación de la reforma energética, advierte Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer para México.
El economista detalla que por cada US$10 que cae el precio de la mezcla mexicana los ingresos públicos pierden el equivalente a 0,2 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
Serrano considera que sería mucho mejor mantener el supuesto del precio del petróleo para el año entrante cerca de los US$75 en los que ha cotizado en las últimas semanas, para no poner en riesgo al presupuesto federal.
Para el analista, la probabilidad de que llegue el precio por debajo de los US$75 es baja. Sin embargo, pone de relieve la vulnerabilidad que tienen las finanzas públicas a este commodity.
“De ubicarse por debajo de US$75 -la mezcla mexicana- habrá un impacto en el déficit como un primer efecto en las finanzas públicas. Y en un segundo efecto, en la reforma energética, se limitará la rentabilidad para explotar los campos en aguas profundas”, advierte.
De acuerdo con el experto, “si sigue cayendo el precio del petróleo ya no será tan atractivo explorar en aguas profundas, porque la tecnología para extraerlo puede costar US$45 por barril (...) si los precios bajan a niveles de US$65 o US$60, ciertos campos ya no serían redituables entre riesgos y costos adicionales”.
La mezcla mexicana ha marcado una tendencia bajista, el martes registró su peor jornada en casi dos años, con un retroceso de 3,9% para cerrar en US$77,09, una cotización mínima desde el 30 de noviembre del 2010.
La situación es preocupante: el precio de la mezcla se ha desplomado 16% respecto del precio al que cotizaba el pasado 5 de septiembre, cuando el gobierno presentó su proyecto de presupuesto para el 2015.
Adicionalmente, la actual cotización se ubica 6,5% por debajo del precio promedio de la mezcla que se proyectó para el 2015, de US$82 por barril.
De esta manera desde el máximo del año registrado en pasado 6 de junio de 102.41 pesos por barril, el derrumbe es de 25,1%. Sin embargo, el precio promedio para la mezcla en lo que llevamos del año es de US$93,44 por barril, por encima de US$85 que se presupuestó para el 2013.
Vaso medio lleno. En tanto, economistas de Barclays y Deutsche Bank consideran que a estas alturas del año tendría que presentarse un desplome en los precios internacionales del petróleo y en el de la mezcla mexicana, para que afecte al precio promedio y genere presiones en el gasto.
Según el economista en jefe para México de Barclays, Marco Oviedo, es muy baja la probabilidad de una caída tan dramática en lo que resta del año para que el promedio del Brent cierre por debajo de los US$99.
Pone de relieve que la tendencia a la baja del precio internacional refleja la debilidad de la demanda mundial y confía en que no se mantendrá así por mucho tiempo.
Con él concuerda el economista principal del Deutsche Bank, Joseph LaVorgna, quien desde Nueva York, hace observaciones sobre el mercado: “Son exagerados los temores sobre el impacto que tendrá la caída en los precios de la energía en los gastos de capital”.