El indicador cumplió dos años y medio en recesión técnica. Solamente en dos períodos de los últimos diez trimestres el indicador sectorial cerró "en azul": en el cuarto trimestre de 2008 se mantuvo en 0,08%, y en el tercer trimestre de 2010 el PIB manufacturero repuntó un porcentaje marginal de 0,3%.
El Producto Interno Bruto (PIB) industrial cayó 0,4% en el cuarto trimestre de 2010, y cumplió dos años y medio inmerso en una recesión técnica, según la explicación de Agustín Díaz, gerente de Estudios Legales y Económicos de la Confederación Nacional de Industriales (Conindustria).
Solamente en dos períodos de los últimos diez trimestres el indicador sectorial cerró "en azul": en el cuarto trimestre de 2008 se mantuvo en 0,08%, y en el tercer trimestre de 2010 el PIB manufacturero repuntó un porcentaje marginal de 0,3%, de acuerdo con las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) y el representante de Conindustria.
Hacia julio de 2008 la industria manufacturera empezó a sufrir anticipadamente la crisis económica que arrancó en Venezuela en el segundo trimestre de 2009, cuando el PIB nacional inició su contracción con una baja de 2,6%, según los datos del ente emisor.
Cuando se comparan los 12 meses del año pasado con igual período en 2009, se evidencia una caída anualizada de 3,36% en la actividad industrial venezolana, de acuerdo con los datos del BCV.
La incertidumbre política y social, la baja demanda, problemas para la obtención de las divisas necesarias para operar, la falta de proveedores, el racionamiento eléctrico y la conflictividad laboral son los factores principales que impiden un aumento de la producción, según los industriales del país que participaron en la encuesta de coyuntura del tercer trimestre de 2010 que realiza Conindustria.
Carlos Larrazábal, presidente del organismo gremial, destacó que "las cifras que publicó el BCV reflejan que el sector manufacturero continúa su deterioro profundo; pues si se suma la caída de 0,4% del último trimestre de 2010 con la baja de 6,9% que registró el indicador en el mismo lapso de 2009, se evidencia una reducción acumulada de 7,3% en el PIB industrial desde 2008".
El vocero de los industriales del país también lamentó que nuevamente el año pasado se redujo la participación de la manufactura dentro de la economía, al pasar de 15,4% en 2009 a 15,1% en 2010. "Si bien el sector industrial desplazó del primer lugar al petrolero -cuya participación fue de 11,7%-, hay que recordar que en 1998 el peso de la manufactura fue de 17,4%, superado sólo por la actividad petrolera, con 18,7%", dijo.
Inconsistencias. El informe del BCV del cuarto trimestre de 2010 reveló un crecimiento de 0,7% en el índice Laspeyres de volumen de la manufactura privada.
El ente emisor explicó que "en este resultado incidió particularmente la industria de alimentos y bebidas, que creció 7,1% respecto a similar período de 2009", principalmente por la demanda de productos navideños.
De igual forma se reportaron comportamientos positivos en prendas de vestir (33,9%), maquinarias y aparatos eléctricos (12,6%), e industrias del papel (8,9%), entre otros.
En sentido opuesto, el BCV informó que "se observó contracción en las industrias del caucho y plástico (-3,4%), productos elaborados de metal (-1,9%), metales comunes (-9,0%), maquinarias y equipos (-26,0%), vehículos (-26,1%), edición e impresión (-3,3%), cuero y calzado (-13,3%), textiles (-16,7%) y productos de madera (-19,3%)".
Larrazábal señaló que desde hace dos trimestres Conindustria ha venido consultando a los técnicos del BCV acerca de algunas inconsistencias en los datos del volumen de producción, por lo que solicitó una mayor transparencia en el reporte de las cifras, incluyendo las de las empresas estatizadas. "No se entiende cómo el sector del plástico lleva cuatro trimestres cayendo, mientras se reportan incrementos en la industria petroquímica", dijo.
Para el cierre de 2011 Conindustria no prevé mayores variaciones en el PIB industrial.
"Si acaso un crecimiento o decrecimiento manufacturero marginal, muy cercano a cero", dijo Díaz.
Larrazábal acotó que el poco optimismo sectorial se debe a que "no ha habido cambios en las políticas del Estado, persiste la rigidez en los controles de precios, no se ha reconocido el impacto de la devaluación en los costos, se sigue atacando al sector privado, se han incrementado las expoliaciones y confiscaciones de empresas, y todo ello afecta el clima de inversión, la creación de empleos productivos y el abastecimiento".