Así lo afirmó el profesor de la universidad Esan, Jorge Guillén, argumentando que el éxito estaría en que se lleva a cabo con la debida anticipación.
Lima. El nuevo plan de estímulo fiscal del gobierno peruano, que asciende a 2.000 millones de nuevos soles (US$747 millones), tendrá el éxito buscado para dinamizar la economía nacional, porque se realiza con la debida anticipación, destacó el profesor de la universidad Esan, Jorge Guillén.
"Esta acción facilitará la capacidad de ejecución del crédito suplementario", dijo al Diario Oficial El Peruano.
Según el anuncio del ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, los dos tercios del referido crédito suplementario se gastarán este año asignados a proyectos de inversión pública y mantenimiento.
"A diferencia de las medidas preventivas que se aplicaron en 2009 para afrontar la crisis financiera, los agentes económicos conocerán de manera anticipada los planes que aplicará el Gobierno para minimizar el impacto de la actual crisis externa en la producción", refirió Guillén.
Anotó que en 2009 sólo se logró implementar el 40% de los recursos asignados y la economía apenas creció 0,9%.
"En esta ocasión, el objetivo sería ejecutar la mayor parte del crédito suplementario asignado", subrayó.
En ese sentido, Guillén dijo que el decreto de urgencia que aprobó el plan de estímulo fiscal se da en un momento oportuno para el país.
"Otorga el tiempo suficiente para adecuar las leyes, de modo que no obstruyan los planes de ejecución del gasto que ayudan al crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI). Lo que preocupa es la reducida capacidad gerencial de aumentar el gasto. Las regiones reciben mayores presupuestos, pero al final el dinero regresa a las arcas fiscales", acotó.
Guillén opinó que para atender esta coyuntura sería conveniente dejar en stand by la Ley de Prudencia y Transparencia Fiscal, debido a que podría constituirse en un factor que dificulte la ejecución del gasto.