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Plan financiero galo-germano no concita apoyo de la zona euro para solucionar crisis de deuda
Miércoles, Agosto 17, 2011 - 10:58

"Las expectativas de los mercados siempre parecen estar varios pasos por delante de lo que los líderes políticos pueden dar y esto claramente es una decepción", dijo Mark Wall, economista de Deutsche Bank.

Berlin. La iniciativa francoalemana para impulsar la convergencia fiscal en la zona euro obtuvo este miércoles una respuesta tibia por parte de varios estados miembros y no logró convencer a los mercados de que la crisis de deuda del bloque estuviera más cerca de ser resuelta.

Austria, un tradicional aliado alemán, criticó los planes anunciados por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, este martes de avanzar hacia un "gobierno económico" en el que los miembros de la moneda única tendrán que ceder competencias en política económica.

Irlanda, por su parte, reaccionó con frialdad ante los planes de Berlín y París de presionar hacia la armonización de sus impuestos corporativos con la esperanza de que otros miembros del euro sigan su ejemplo.

La propuesta para incluir en las constituciones de los 17 miembros de la eurozona una norma que frene el endeudamiento, al estilo alemán, para mediados de 2012, ha sido considerada muy ambiciosa dado que el propio Sarkozy ha tenido problemas para asegurar una mayoría parlamentaria en su propio país para abordar tal plan.

La ministra de Finanzas de Finlandia se preguntó si una norma de estas características funcionaría en la práctica y dijo que no estaba "muy entusiasmada" por jugar con la constitución de su país.

"Las expectativas de los mercados siempre parecen estar varios pasos por delante de lo que los líderes políticos pueden dar y esto claramente es una decepción", dijo Mark Wall, economista de Deutsche Bank.

"Mucho de lo anunciado por Merkel y Sarkozy es un refrito de varias propuestas previas, con una nueva perspectiva", agregó.

Algunos de los pasos presentados en una rueda de prensa en París casi hubieran parecido revolucionarios hace un año.

Merkel cedió al antiguo pedido francés de institucionalizar las reuniones regulares de los líderes de la eurozona y nombrar a un presidente simbólico, o portavoz, para el grupo.

Pero en medio de una crisis que ha amenazado con engullir a países periféricos de mayor envergadura como España e Italia e incluso a un estado central como Francia, los anuncios fueron criticados por muchos, que consideran que llegan "un poco demasiado tarde".

No a los eurobonos. Merkel y Sarkozy dejaron claro que la emisión de eurobonos, la medida que algunos inversores creen que es la solución mágica de la crisis, no estaba en su agenda.

Pero España e Italia mantienen la esperanza de que los planes para una mayor convergencia fiscal hayan incrementado la posibilidad de que se considerasen unos bonos comunes en el futuro.

Los líderes franceses y alemanes también descartaron incrementar el tamaño del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), el mecanismo de rescate de 440.000 millones de euros que es demasiado pequeño para rescatar a un país grande como Italia.

El euro cayó contra el dólar y las bolsas bajaron el miércoles ante las preocupaciones de que la crisis continuara extendiéndose.

"Creo que, de hecho, la crisis probablemente empeore antes de mejorar pese a los anuncios que tuvimos ayer", dijo Jacques Cailloux, economista jefe en Europa de RBS, a Reuters Insider television.

La falta de un progreso claro por parte de los políticos probablemente aumente la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE), que acordó este mes reiniciar su programa de compra de bonos al adquirir deuda italiana y española.

"El BCE está atrapado", dijo Cailloux. "Así que creo que podríamos terminar teniendo entre 150.000 a 200.000 millones de euros de bonos italianos y españoles en el balance del BCE en el próximo mes y medio", añadió.

Tasa a las trasacciones financieras. Merkel y Sarkozy prometieron el martes presionar para sacar adelante el plan estancado hace tiempo de imponer una tasa a las transacciones financieras. Pero Reino Unido se ha opuesto desde hace tiempo a esto, y avanzar sin Londres podría acabar dañando a sectores financieros en Fráncfort y París.

El ministro de Finanzas Irlandés, Michael Noonan, dijo que insistiría en que un impuesto de este estilo debería aplicarse a los veintisiete países de la UE, no solo a los 17 de la eurozona.

Los liberales libres (FDP), partido miembro de la coalición de centroderecha de Merkel, se hicieron eco de ese punto de vista el miércoles.

"Esperamos que el plan debe ser una realidad en los veintisiete países de la UE para asegurar que Alemania no ponga en peligro continuar siendo un centro financiero en comparación con lugares como Londres", dijo el líder FDP Christian Lindner a periodistas en Berlín.

Las elecciones en estados clave de la UE -España vota en noviembre y Francia el año próximo- también podría complicar la aplicación de las propuestas de Merkel y Sarkozy.

Autores

Reuters